Rumbas, psicodelia, la pradera y el lago
Unas 20.000 personas aclaman en Metro Rock las canciones de Amparanoia y Bebe
A un lado, las rumbas de Amparanoia que se arriman a los ritmos de los gitanos balcánicos con ecos caribeños; al otro, el pop sesentero de sitar indio y psicodelia de los catalanes Sidonie. Ésa era la imagen que un poco antes de las diez de la noche proyectaba Metro Rock, el festival que por segundo año ha salido a la superficie desde los andenes del subterráneo.
Las dos actuaciones, simultáneas desde dos escenarios separados entre sí por medio kilómetro, venían a remarcar el carácter de este festival que por primera vez se ha celebrado en la pradera junto al lago del parque Juan Carlos I. No hay un estilo que destaque, la diversidad musical es la apuesta. Pasa lo mismo que entre los músicos callejeros que se buscan la vida por las estaciones del metro, no hay un género que predomine. Fue pensando en ellos cuando se inició este encuentro hace varios años.
Los que actuaron ayer ya no lo hacen en sitios así, pero tienen en las calles y bares, su origen. Amparanoia es un ejemplo, como Los Delinqüentes, que actuaron en el escenario principal después de ella.
Un problema con el avión que traía de Barcelona a Amparanoia y sus músicos, obligó a retrasar su intervención. Para que el multiconcierto no sufriera excesivos retrasos, el trío eurobrasileño Zuco 103, adelantó la suya.
Todo había comenzado con Dhira, el grupo de pop budista formado de las cenizas de Undrop, hacia las cuatro de la tarde con el Sol aún muy alto. Se sucedieron en el escenario principal los mexicanos La Pulquería y el catalán Muchachito Bombo Infierno, cuando todavía las eternas y largas colas desesperaban a los que oían la música desde fuera. Hasta Sidonie, por el segundo escenario pasaron The Grillo, Frida, Maike Luden-bach, Standstill y Mando Diao. Los catalanes Elefantes y los británicos Ocean Colour Scene fueron los siguientes artistas que se subieron al escenario.
Aunque la organización ofrecerá hoy por la tarde una rueda de prensa con los datos exactos de venta de entradas y asistencia total, ayer cifraron en cerca de 20.000 personas las que asistieron a la primera jornada de Metro Rock, que continúa hoy con Beck como estrella, además de las intervenciones de La Buena Vida, Morcheeba, Def Con Dos, Siniestro Total y Josele Santiago entre otras muchas.
Posiblemente fuera Bebe el tirón de anoche para llegar a esa cifra. Antes de la suya propia, la extremeña fue invitada a la actuación de Los Delinqüentes para cantar con ellos, la canción en la que colabora en el último disco de los jerezanos.
Flanqueada por El Tío Calambres y Miguel, de El Combo Linga, Bebe presentó por primera vez en Madrid La Caravana Gitana, en la que se ha embarcado este año para mezclarse con esos músicos que le son afines. Antes de su actuación, se declaró encantada de tocar ante tanta gente, "pues cada tipo de audiencia tiene su magia".
Aunque se centró en el repertorio de su único disco, Pa'fuera telarañas, estrenó Busco, e intercambió sus canciones con las de los artistas que la acompañan este año.
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