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Omnipresencia papal en las calles

Las imágenes de Benedicto XVI y la Jornada Mundial de la Juventud ocupan los escaparates de tiendas, restaurantes e instituciones culturales de la ciudad

Aunque aún faltan tres días para que comiencen los fastos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Cibeles, la ciudad ya está sacando la artillería para la visita del Papa. Tiendas, restaurantes, teatros e incluso salas de cine esperan la JMJ llenando sus escaparates de referencias al encuentro de los jóvenes con Benedicto XVI. El Papa ya es omnipresente aunque no llegue al aeropuerto de Barajas hasta el jueves.

- Un agosto para hacer caja. Las tiendas de souvenirs han sido las primeras en ver en la visita del Papa una ocasión para aumentar las ventas. En el paseo del Prado, los puestos de venta de bufandas, camisetas y banderas de fútbol han ampliado su oferta: sobre alguno de ellos ondea la bandera pontificia, que se vende a 10 euros. En las tiendas de recuerdos de Sol y Gran Vía hay desde muñecos de barro del Papa hasta imanes para la nevera. Los quioscos también se han sumado, y en los de la calle de Alcalá pueden comprarse postales en las que se ve a Benedicto XVI que comparten estantería con las típicas imágenes de los monumentos de la capital o los jugadores del Real Madrid. Las joyerías de Fuencarral y la Gran Vía también han sacado a primera línea de batalla en sus escaparates rosarios, medallas de plata, cruces y hasta pequeños trípticos.

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- Alimento para el peregrino. Muchos son los establecimientos que ofrecen el llamado "Menú peregrino", almuerzos y cenas que varían dependiendo del local, pero que los asistentes a la JMJ pueden adquirir a cambio de un tique. Restaurantes como el Rodilla de la Puerta del Sol ya tiene junto a la entrada la promoción, que para aquel que no esté inscrito como peregrino, tiene un coste de 7,50 euros. En Alcorcón han sido más tradicionales, y ya tienen preparado el postre que se ofrecerá a los 13.000 jóvenes que se esperan en la localidad: un hojaldre relleno de crema en amarillo y blanco -los colores vaticanos- sobre el que están grabadas las llaves de San Pedro.

- Entre indignados y libros de texto. La Casa del Libro de la Gran Vía ofrecía ayer un escaparate atípico. Junto a los tomos de la dieta Dukan y los libros referentes al Movimiento 15-M, estaban las obras de Benedicto XVI: Luz del mundo, Jesús de Nazaret y Nadar contra corriente. A su lado, otras obras religiosas como En defensa del Papa, Dios está cerca y Juan Pablo II y Benedicto XVI, del teólogo Juan José Tamayo.

- Una joya vaticana en el Prado. Nadie que pasee por los aledaños del Museo del Prado puede obviar que en su interior se encuentra El descendimiento, de Caravaggio. Una obra de gran formato que ha venido de los Museos Vaticanos y que se promociona junto a la puerta de Goya con un cartel del lienzo de tamaño natural. En el paseo del Prado, una hilera de banderolas promociona la exposición del Museo Thyssen, de temática religiosa, que se presenta bajo el título Encuentros.

- Teatros y cines para la fe. El miércoles, los cines de la calle de Fuencarral se llenarán de películas de temática religiosa. Entre los filmes está el documental sobre el primer viaje a Polonia de Juan Pablo II, Nueve días que cambiaron el mundo (2009), La última cima (2010) -que ya se proyectó en el cine Palafox el año pasado-, la aclamada película De dioses y hombres (2010) y La Pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson. Además, los Teatros del Canal recuperarán a partir del martes los autos sacramentales -obras teatrales sacras que se representaban en el Corpus- con El Año Santo en Madrid, de Calderón de la Barca.

Postales del papa Benedicto XVI en una tienda de Madrid.
Postales del papa Benedicto XVI en una tienda de Madrid.SAMUEL SÁNCHEZ
Como si fuera la Puerta de Alcalá o la fuente de Cibeles, Benedicto XVI se ha hecho un hueco en los expositores de los quioscos junto a las postales de lugares emblemáticos de la ciudad. En la imagen, la versión imán de nevera del pontífice.
Como si fuera la Puerta de Alcalá o la fuente de Cibeles, Benedicto XVI se ha hecho un hueco en los expositores de los quioscos junto a las postales de lugares emblemáticos de la ciudad. En la imagen, la versión imán de nevera del pontífice.SAMUEL SÁNCHEZ

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