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Dos inscripciones resuelven las dudas sobre el osario

Vicente G. Olaya

El género de una palabra ha resuelto parte del enigma del osario de Chamberí, descubierto el pasado jueves bajo la calle de Arapiles. No es lo mismo perpetuo que perpetua. Esta pequeña diferencia en el género del vocablo confirma que la fosa común no se creó durante la guerra civil, sino cuando cerró el cementerio General del Norte, a finales del siglo XIX.El hallazgo, entre los 650 cadáveres extraídos, de dos pequeñas cerámicas funerarias, en las que se puede leer la palabra perpetuo (en masculino), ayuda a desentrañar las escasas dudas que podían quedar sobre el origen del osario, y así se da ya por cierto lo siguiente:

Primero. Que los cuerpos estuvieron enterrados, al principio, en panteones o nichos. Si hubieran sido enterrados en sepulturas, la palabra encontrada sería perpetua. Lo confirma Gabino. Abánades, director de servicios de la funeraria municipal: "En el siglo pasado, cuando alguien era enterrado en un panteón o en un nicho se colocaba junto a su tumba esta incripción [la palabra perpetuo]. En cambio, cuando el fallecido era enterrado bajo una sepultura se escribía la palabra perpetua".

Segundo. Que los cadáveres estaban inicialmente en otro lugar. De allí fueron trasladados descuidadamente a la fosa común, presumiblemente cuando se cerró el camposanto y se empezaron a construir edificios en la zona.

Tercero. Que ninguna iglesia de Madrid podía contener tantos panteones o nichos y que, por lo tanto, los cuerpos proceden de un cementerio y el único camposanto conocido en esta parte de Madrid fue el cementerio General del Norte. Cuarto. Que los cadáveres tienen una antigüedad de entre 110 y 180 años. Se descarta así la posibilidad de que una ejecución masiva durante la guerra civil' hubiera obligado a crear esa, fosa común, descubierta la semana pasada por unos obreros que efectuaban los trabajos previos para la construcción de un aparcamiento subterráneo.

Los técnicos municipales finalizaron el pasado domingo la exhumación del osario.

En total, han desenterrado 650 cuerpos, seis suelas de zapato infantil y los dos trozos de cerámica citados.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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