"Llega un momento en que dices: Te quiero pero no me apetece acostarme contigo"

Es uno de los esperados en la gala de entrega de los Premios 40 Principales que se celebra esta noche en el Palacio de Deportes. Dani Martín estará ahí junto a otros grandes nombres del pop latino como Ricky Martin, Juanes o Alejandro Sanz. "El loco" llega sin complejos a esta cita musical, con su flamante primer disco en solitario (Pequeño), y compite como candidato a mejor solista con su primo y miembro de su anterior banda, El Canto del Loco, David Otero, ahora El Pescao.

En pleno momento de reafirmación personal y profesional, Martín nos habla de lo que suponen hoy para él estos premios, del porqué de su paréntesis con su banda... y de su vida y milagros.

Pregunta. En plena gira con su nuevo trabajo en solitario llega esta cita tradicional de Los 40 Principales y compite con su primo.

"Si hubiera líderes con talento podríamos ser una potencia mundial"

Respuesta. No compito. Estaré sentado con él y él conmigo, como siempre. No hay ningún problema. Hace seis años vivía estos premios de una manera, ahora los vivo de otra. Hace seis años me comía las uñas porque me dieran un premio, ahora me hará mucha ilusión que me den un premio, pero yo ya tengo uno mucho más grande, que es ver que la gente ha escuchado el disco y se puede emocionar con una de las letras. Mañana [por hoy] voy con la sensación de que, si no me dan ninguno, yo ya tengo el mío.

P. ¿Y qué pasó antes de todo eso?

R. Ha sido como en las parejas... David, Chema y yo nos hemos ido queriendo, aguantando, adaptándonos el uno al otro, compensándonos... Y de repente llega ese momento en el que dices: "Cómo te quiero pero no me apetece acostarme contigo". Y el otro te dice: "A mí me pasa lo mismo". Hace unas semanas nos hemos ido a tocar por Latinoamérica con El Canto del Loco y ha sido como echar tres polvos históricos. Volveremos a subirnos a un escenario juntos cuando tenga que suceder.

P. Lo de Pequeño a sus 33 años, ¿tiene que ver con eso de que ahora los 40 son los nuevos 30?

R. Uff... Me siento pequeño ante muchas cosas. Soy una persona que muestra seguridad en el escenario, pero soy muy vulnerable. El disco habla de eso, de que cuando eres pequeño la gente te da un rol y vives con esa mochila toda tu puta vida, y no te has permitido hacer cosas para las que otros no te consideraban capaz. Pero un día el pequeño levanta la cara y dice, soy así: si os gusto bien y si no también.

P. Se dice que hace música para adolescentes...

R. Eso son etiquetas. Mi deseo con este disco es que la gente se permita escucharlo. Y luego que lo critiquen.

P. ¿Alguna conclusión de este año que se acaba?

R. Perdemos mucho tiempo queriendo ser algo que no somos y no le damos tiempo a ser lo que realmente somos.

P. Hay una palabra persistente en el disco: verdad. ¿Cuál es esa "verdad"?

R. Para mí, verdad es no perder el tiempo.

P. ¿Y cuando piensa en usted o en el mundo lo hace hacia la derecha o hacia la izquierda?

R. Pues no me siento representado ni por la derecha ni por la izquierda. Ideológicamente estamos un poco perdidos, hay mucha falta de carisma. El Congreso parece Sálvame. No se abren caminos para que la sociedad crezca y prospere. Faltan líderes. Si hubiera alguien con talento podríamos ser primera potencia mundial.

P. ¿Sigue la actualidad?

R. Sí.

P. ¿Ha oído hablar de Wikileaks?

R. No.

P. Entonces, ¿en España se puede crecer si hay talento?

R. Creo que primero hay que tener tesón, creer en uno mismo, después tener un golpe de suerte y luego hay que labrar la buena suerte y regarla todos los días. ¿Has leído el libro de La buena suerte [de Alex Rovira y Fernando Trías]?

P. No.

R. Pues es la historia de dos amigos que tuvieron dos golpes de suerte y se encuentran al tiempo y cuentan cómo llevaron esa suerte cada uno en solitario.

P. ¿Cuál es el reto ahora?

R. Ninguno. Bueno, correr 10 kilómetros cuando vuelva a mi casa. Quiero hacer la media maratón de Madrid.

P. Capítulo de recomendaciones madrileñas. ¿Un lugar?

R. El Retiro.

P. Un bar de vinos.

R. El Toril.

P. Un restaurante.

R. El Telégrafo.

P. Un museo.

R. El Prado.

P. Una sala de conciertos.

R. Las Ventas.

P. Una tienda.

R. Sportivo.

P. ¿Y un sitio donde acabar?

R. Mi casa.