Entradas de último minuto para la ópera
El Teatro Real abre las puertas a los menores de 26 años con descuentos del 90% sobre el precio habitual
Tres horas de ópera por 13,60 euros y en butaca de patio. ¿En dónde se vio? Pues ahora, en Madrid y en el Teatro Real, ese templo que muchos consideran inaccesible y algunos quisieron precintar para los más pudientes -como Juan Cambreleng, su primer gerente, cuando dijo que en Madrid "para ser alguien" había que tener abono en el Real- y que ahora se abre a los públicos más jóvenes con una iniciativa rompedora: las entradas de último minuto para los menores de 26 años, con descuentos del 90% sobre el precio establecido.
Cuando las tienen en sus manos, algunos ni se lo creen. Los mejores sitios para quienes llegan los primeros, como Susana Islas y Jaime Celis, mexicanos, de 21 y 22 años, respectivamente, que miran atentamente la entrada que les acaba de vender la taquillera a poco más de 12 euros para ver L'Upupa und der triumph der dersohnesliebe (La abubilla y el triunfo del amor filial), de Hans Werner Henze, que se ha estrenado esta semana en Madrid. "Es más barato que ir a la ópera en México", aseguran. Será la primera vez que entren a un espectáculo parecido. Van a probar y no temen asustarse ante una obra contemporánea. "Vamos a la aventura y, quién sabe, a lo mejor ganan dos aficionados", dicen.
Para evitar malos entendidos, los jóvenes tienen que adquirir las entradas con el carné en la mano
Miguel Muñiz, el gerente actual, se pasea de incógnito por los alrededores de los puntos de venta. Algunos mayores con entradas de sobra le ofrecen sitio a precio rebajado. Él, tranquilamente las rechaza. "No, gracias".
Luego explica sus expectativas sobre la idea puesta en marcha: "Bueno, con L'Upupa estamos probando la experiencia. Esperamos que con los títulos más conocidos la demanda aumente. Pero estamos contentos. El primer día vendimos 57. Éste es el inicio, según veamos cambiaremos algunas cosas, a lo mejor aumentamos la edad y sobre todo, queremos ver de qué manera se están enterando. Hemos puesto unos anuncios muy vistosos en la Universidad y en las escuelas de música y en los centros de idiomas porque creemos que son los lugares mejores para captar público", afirma.
Internet va ganando la partida en ese campo. Muchos de los que se agolpaban estos días ante las taquillas se habían enterado por la Red. "Por Internet", confirma Ángel Pinar, que se ha acercado también por primera vez en su vida a un teatro de ópera. Lleva gorrilla de béisbol, mochila, cazadora de camuflaje y una corbata, para darle una sorpresa a su novia, dice. "Vengo porque he leído las críticas y lo ponen bien".
Tampoco le asusta la música contemporánea. Ni las cosas más raras. Entre la cazadora le sobresale el cable de su ipod. "Escucho de todo. Aquí llevo 200 discos archivados con todos los estilos: jazz, punki, clásica. Lo busco en Internet, que ha abierto completamente mi mente a la música", afirma. Acude al Real sin ningún complejo, ni ideas o hábitos preconcebidos, ni pinta de estar cohibido ante un escenario que ha exagerado su pomposidad en muchos ámbitos. "Por estos precios se puede probar y si no te gusta, siempre te puedes salir", afirma.
Para que no haya malos entendidos, los jóvenes tienen que adquirir las entradas con el carné de identidad en la mano y en el boleto vendido reza en rojo: "Último minuto". Alejandro Gary, argentino, de 24 años, ha tenido un arranque romántico y ha querido invitar a su novia, que le lleva del brazo bien orgullosa hacia la entrada. También son primerizos: "Queremos escuchar buena música y vivir una experiencia diferente", asegura.
Diferente y no exenta de riesgo es ver La abubilla o el triunfo del amor filial esa obra optimista, colorida, explosiva que estará en cartel y que en su primera semana ha contado con la presencia del autor en la sala.
Al espectáculo del escenario se ha unido estos días el del patio de butacas, con los jóvenes que refrescan los sillones con ropas casuales y el autor, en primera fila, disfrutando de su obra con un cojín delante de la butaca para que pueda estirar los pies y un whisky a mano que degusta mientras disfruta del arte de cantantes como Hanna Schwarz, Matthias Goerne, Ofelia Sala o ese demonio desharrapado, tierno y rescatador que interpreta John Mark Ainsley.
Algunas de las localidades provendrán en el futuro de otra de las iniciativas que pondrá en marcha el teatro. Los abonados que lo deseen pueden devolver las entradas que no vayan a utilizar y, si éstas se vuelven a vender en taquilla, el abonado podrá recuperar un 90% del importe.
Parodias y humor para Navidad
"Reirnos de nosotros mismos". Es lo que buscan los responsables del Teatro Real para la Navidad. Por eso, a la tragedia, al drama musical y a las partituras de riesgo les van a sustituir en cartel o van a convivir con ellas algunos días, el humor, la ligereza, incluso la parodia, para bajar un poco los humos a un espectáculo demasiado estirado en muchas ocasiones. Por eso, tras las representaciones de La abubilla y el triunfo del amor filial, de Hans Werner Henze, que terminan el 23 de diciembre, o a la versión en concierto de Cleopatra, que tiene en cartel a Montserrat Caballé los días 17 y 19, para la que no quedan localidades, llegan tres espectáculos que invadirán otros espacios del teatro, como el Café de Palacio. Es el caso de Vissi d'arte, en el que el barítono Bruno Pratico parodiará algunas de las arias más famosas de la historia del género, el 22 de diciembre a 10,40 euros la entrada.
Lo mismo que costará ver los días 29 y 30 Tardes con Donizetti, un repaso fresco y dinámico por las arias de este genio del belcantismo que ha dirigido el gran Enrique Viana, un tenor paridor de espectáculos originales y rompedores, que ha arrasado por toda España con su monólogo cantado La locura de un tenor y que prepara en la actualidad la segunda parte de este paseo provocador por el mundo de la música y que se titulará Un tenor rojo y al vivo.
El día de fin de año, el 31, se repone el montaje de El dúo de la africana, que se estrenó el pasado año y que se pondrá cada día de Nochevieja en el Real como marca festiva y de pura celebración de la casa. En este caso, el precio de las entradas oscila entre 75 y 8 euros.
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