Alemania se ofrece como refugio para los ingenieros

Elena Abajo tiene 32 años y es ingeniera civil. Aunque entre sus planes no estaba buscar trabajo en Alemania reconoce que después de un año en paro "no está la cosa como para descartar nada". Ella es una de los cerca de 100 ingenieros que participaron ayer en el Seminario de Movilidad Europea que organizó la Cámara de Comercio de Alemania. Una especie de curso para explicar qué buscan las empresas alemanas, cómo entrar en contacto con las firmas y qué conocimientos piden.

Alemania se ha convertido en un oasis para los titulados españoles, desde que a principios de año la canciller Angela Merkel afirmara que el país germano necesita 100.000 ingenieros durante la próxima década, más de 10.000 al año. El anuncio de Merkel alentó a muchos jóvenes altamente cualificados que en España engrosan el porcentaje del 45% de desempleo juvenil.

Aeronáuticos, industriales y mecánicos son los más demandados

El paro no afecta solo a los jóvenes. Carlos Penalba, de 44 años, perdió su trabajo en Acciona hace un mes. En el otro extremo, Laura Pérez, de 22 años, que acaba de terminar Ingeniería Química y confiesa que todavía no se ha movido mucho para buscar un empleo.

Entre ambos, Penalba tiene algo de ventaja porque lleva seis años estudiando alemán. Confía en encontrar una oportunidad fuera de las fronteras españolas, aunque a pesar de que su titulación, Ingeniería de Caminos, no se encuentra en el listado de lo más demandado.

Los licenciados en Ingeniería Industrial, Mecánica o Aeronáutica que tengan un nivel alto de alemán -comunicarse con fluidez y naturalidad- están en la diana del tejido empresarial de Berlín, Hamburgo o Múnich.

Para entrar en contacto con las firmas alemanas, la Cámara de Comercio recomienda las prácticas, para los recién titulados, y la Red EURES (el portal europeo de movilidad laboral) para buscar un puesto de trabajo en algunos de los 31 países de Europa y entrar en el proceso de selección de las firmas alemanas

La consejera de la Red EURES España, Marisa Carmona, incidió en que, desde el inicio de la crisis en 2008, el número de españoles que busca trabajo en el extranjero se ha triplicado.El perfil es un hombre de entre 25 y 35 años altamente cualificado y licenciado en Ingeniería, Informática o Arquitectura.

La acogida y el público que ha asistido a las dos jornadas que la Cámara de Comercio de Alemania ha organizado este mes en Madrid y en Barcelona coincide, en general, con la afirmación de Carmona.

Además de desempleados, el seminario también atrajo a algunos profesionales con trabajo que buscan saltar al mercado alemán. Este es el caso de Ignacio Ortihuela que se mostró dispuesto a abandonar su contrato indefinido a cambio de un empleo fuera de España, o de Jonathan, que se siente sobrecualificado para el trabajo que hace en la actualidad.

El sueldo es otro de los factores que inclina aún más la balanza a favor de Alemania. El salario para un ingeniero ronda los 50.000 euros, el doble de lo que cobra uno de estos profesionales en España.

Tomás Millano señala que se decidió por estudiar Ingeniería Química "pensando en las salidas" frente a la carrera de Químicas y que ahora la situación "requiere irse al extranjero de todas formas".

El curso también sirvió para desechar la imagen que se tiene de los alemanes. El argentino Marcelo Scocco, un economista que ha trabajado en, Italia y España, aseguró que los alemanes son metódicos, previsores, serios, competitivos y muy respetuosos, pero que también muestran mucho interés por conocer otras culturas y que no son "para nada aburridos". Scocco destacó la creatividad y espontaneidad que un español puede aportar al mercado germano y aconsejó "mostrar iniciativa" y tomarse la experiencia "como una aventura".