Albañiles y padres de familia
La consternación se adueñó el día de Nochebuena de la barriada del Pozo del Tío Raimundo. Algunos vecinos no podían creerse que los gemelos José María y Esteban López Martínez, de 47 años, hubieran sido asesinados en el día de Nochebuena. Los familiares tuvieron que ser atendidos por una psicóloga del Samur-Protección Civil por la crisis de nervios que sufrían.
"¡Dios mío, ¿cómo les ha podido pasar esto?", no paraba de gritar Pilar, la esposa de Esteban, que vivía junto con sus dos hijos (un varón y una mujer, Ana), en la propia avenida de las Glorietas. "¡No hay derecho que estén ahí tirados en medio del suelo!", añadía mientras era consolada por familiares y allegados. El hijo de ambos no pudo ser avisado, ya que trabajaba de noche en una empresa de reparto de mercancías y no llevaba el teléfono móvil encendido, según una tía suya. "No hay derecho. Eran dos padres de familia que nunca se metían en ningún problema. Además, como albañiles eran muy buenos y muy finos", explicó un vecino del fallecido. "Creí que era un accidente de tráfico porque en esta zona algunos coches corren mucho por la noche", añadió.
Una de las últimas en enterarse fue la esposa de José María, que estaba en su casa esperando a su marido. Fruto del matrimonio tienen tres hijos. El mayor ya está casado y se ha independizado, mientras que el segundo, que ya tiene novia, sigue viviendo, al igual que su hermana pequeña, en el domicilio familiar.
Corpulentos
La zona del crimen se llenó de una veintena de amigos de Ana, la hija de Esteban, que acudieron al lugar al enterarse de la noticia. "Les han tenido que atacar por la espalda o cuando menos se lo esperaban porque eran dos hombres muy corpulentos. Porque eran albañiles y estaban acostumbrados a cargar peso. Es muy difícil tumbarlos así, sin darlos opción a defenderse", explicó un familiar de los fallecidos. Dos hermanos de José María y de Esteban, que residen en las inmediaciones y estaban visiblemente afectados, también acudieron al lugar.
Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid señalaron que los dos muertos tenían antecedentes por tenencia ilícita de armas y robos, por lo que en un principio se apuntó a que las muertes pudieron deberse a un ajuste de cuentas. Esta hipótesis fue desechada al tomar declaración al dueño de la bodega. Los conocidos y familiares protestaron por el hecho de que la policía afirmara que tenían antecedentes. En su opinión, eran "personas muy normales y trabajadoras que se habían ganado una fama muy buena en el barrio".
La policía investiga si la cámara de una de La Caixa grabó todo o parte del incidente y si eso permite identificar a los autores del doble asesinato.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.