XP de ida y vuelta
El desahuciado sistema operativo de Microsoft sigue dando quebraderos de cabeza a la compañía de Bill Gates
Es la comidilla de Internet en los últimos días: ¿pondrá, o no, Microsoft punto y final a la vida de su Windows XP?
Steve Ballmer anunció, para sorpresa de propios y extraños, que si la gente exigía que el predecesor de Vista siguiera funcionando, ellos alargarían su vida más allá de junio de 2008, fecha prevista para la defunción oficial del sistema operativo.
Poco después, una portavoz de la compañía de Redmond desautorizó al mismísimo consejero delegado de Microsoft y aseguró que, pasase lo que pasase, Windows XP estaría oficialmente muerto a mediados de este año.
Eso, si la industria lo permite. Uno de los puntos fuertes de Microsoft es la preinstalación que los fabricantes de ordenadores realizan de su sistema operativo. Así, cuando alguien se quiere comprar un ordenador sin ningún programa no le resulta demasiado fácil: lo más simple es hacerse con un PC con Windows.
Ahora, Dell y Lenovo, se han declarado en una especie de rebeldía contra el gigante del software. Su truco para seguir vendiendo ordenadores con XP es acogerse a una opción que dio la propia Microsoft: permitir que aquellos que compraron su equipo con Windows Vista pudiera involucionar hacia XP.
Y es que los fabricantes no quieren verse arrastrados por el efecto Vista: las ventas de la empresa de Bill Gates han caído durante el primer trimestre de 2008 un 24%. ¿Por culpa de su flamante sistema operativo? No: porque 2007 fue un superaño. Y por la piratería, claro.
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