Los 'vuelos sucios' de la CIA
Después del 11-S, los servicios secretos de EE UU utilizaron aeropuertos civiles y bases militares de Estados europeos para cometer secuestros ilegales.- Informes, sentencias y admisiones de políticos lo confirman
La lucha de Estados Unidos contra el terrorismo tras los atentados del 11-S se ha desarrollado a menudo en el confín entre lo lícito y lo ilícito. Para llevar a cabo detenciones o trasladar presos sospechosos de terrorismo a países donde interrogarles y torturarles sin garantías judiciales, la CIA se sirvió de vuelos y aeropuertos civiles en toda Europa, con la complicidad, activa o pasiva, de los países interesados.
El primer informe que habló de manera exhaustiva de los vuelos sucios de la CIA fue el del fiscal suizo Dick Marty del 2006, encargado por el Consejo de Europa. En el documento se recogían 17 casos de víctimas de detenciones ilegales y se vinculaban por primera vez vuelos concretos operados por la CIA y secuestrados con nombres y apellidos. El informe de Marty concluía que 14 países ayudaron a llevar a sospechosos a cárceles secretas. Siete de ellos (Reino Unido, Suecia, Italia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Alemania y Turquía) llegaron, según el informe, a colaborar incluso en el secuestro de los presuntos terroristas. Otros siete, entre los que figuraba España, eran culpables de dar apoyo logístico a las operaciones ilegales de los agentes de la CIA. En el dossier se citaba también una investigación judicial en Baleares.
En 2007, el diputado socialista italiano, Giovanni Fava, presentó un informe en el Parlamento Europeo que encontró el respaldo de la mayoría de la asamblea (382 votos a favor, 256 en contra y 74 abstenciones). En la versión final del documento se enumeraban 1.245 vuelos civiles operados por la CIA en aeropuertos europeos, entre ellos 336 en Alemania, 170 en Reino Unido, 147 en Irlanda, 91 en Portugal, 68 en España, 64 en Grecia, 57 en Chipre y 46 en Italia.
El informe Fava solo se refería a la aviación civil y no tenía en consideración las bases militares de Estados europeos, entre los que también estaba España, que los vuelos estadounidenses utilizaron durante los traslados de los presos hacía Guantánamo. Reino Unido, que durante muchos años había negado la utilización de su territorio en la detención extrajudicial de sospechosos de terrorismo por parte de la CIA, admitió en 2008 que dos vuelos secretos de la CIA hicieron escala en una base británica de la isla de Diego García, en el océano Índico. En noviembre del año pasado, la justicia italiana condenó, con una histórica sentencia, a 23 agentes de la CIA con los que los servicios secretos italianos colaboraron en el secuestro en Milán de Abu Omar, un clérigo egipcio que luego estuvo preso durante tres años en la cárcel de Al Tora, a sur de El Cairo. Allí fue torturado y perdió una pierna y parte del oído.
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