La rocambolesca 'detención' de Saif
El hijo de Gadafi apareció en público en Trípoli pocas horas después de que La Haya confirmara su detención
Cuando se daba por hecha la detención de Saif al Islam, hijo y mano derecha de Muamar el Gadafi, su aparición triunfal ante los periodistas la pasada madrugada en Trípoli dejó descolocados tanto a los rebeldes, que habían anunciado su arresto horas antes, como a la Corte Penal Internacional (CPI), que había confirmado la detención y había dicho incluso que ya estaba negociando la entrega del valioso preso para ser juzgado cuanto antes.
"Hemos roto la columna vertebral de los rebeldes. Era una trampa. Les hicimos pasarlo mal, así que estamos ganando", declaró un Saif sonriente a un corresponsal de la cadena de televisión británica BBC. Su aparición frente a la residencia de Gadafi en la capital libia y en un hotel cercano causó estupor entre los periodistas.
El 'número dos' de los rebeldes afirma que el anuncio facilitó la victoria
El confinamiento de Mohamed, el hijo mayor, también está en entredicho
Representantes de los sublevados en Bengasi rechazaron ayer comentar por qué se dijo que el fugitivo había sido detenido. El presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT) de los rebeldes, Mustafá Abdel Yalil, ignoró en repetidas ocasiones las preguntas sobre la detención de Saif al Islam en una conferencia de prensa convocada con motivo de la visita del ministro turco de Asuntos Exteriores. Sin embargo, la medianoche del domingo el presidente del CNT había informado en declaraciones a la cadena de televisión Al Yazira de que el hijo de Gadafi había sido capturado. La confirmación llegaba horas después desde La Haya. "Saif ha sido capturado en Libia. Tenemos información confidencial de diferentes fuentes dentro de Libia que lo confirma", explicó el fiscal jefe del tribunal, Luis Moreno Ocampo, la madrugada del lunes a la agencia Reuters. También aseguró que estaba negociando con el CNT el traslado del preso a la sede de la Corte Penal. "Esperamos que pueda estar pronto en La Haya", añadió.
Tras la sorprendente reaparición en público del vástago predilecto de Gadafi, la CPI matizó ayer sus declaraciones iniciales. "Las autoridades libias no han confirmado todavía la rendición y traslado de Saif al Islam", rezaba un comunicado. En otro, enviado poco antes, se subrayaba que "la Corte no anunció que el sujeto en cuestión estuviera bajo custodia". "Lo que se discutía era cómo detenerle y traerle", añadía. Sin embargo, Fadi al Abdala, portavoz oficial de la CPI, decía el lunes lo siguiente en una nota remitida a la prensa: "La Corte ha recibido información [de los medios de comunicación] de que Saif al Islam ha sido arrestado y negocia ahora con el Consejo Nacional de Transición su entrega en virtud de la orden de arresto emitida en su contra por los jueces de la Sala Primera". Un lenguaje mucho más directo que el utilizado después.
Los desmentidos y matizaciones denotan la confusión, y tal vez también las prisas, por hacerse con uno de los principales fugitivos de la justicia internacional. Cuando el hijo de Gadafi hizo ayer en Trípoli el gesto de la victoria con sus dedos, también añadió que "no le importaba nada" la orden de arresto que pende sobre él. Ante la evidencia de que seguía libre, Waheed Burshan, miembro del Consejo rebelde, insistió: "Teníamos confirmada su detención; no sabemos cómo pudo escapar". Está por aclarar si de verdad fue apresado, pero logró huir, o si nunca fue arrestado realmente.
Otra detención bajo sospecha es la de Mohamed, el hijo mayor de Gadafi. Su arresto también se daba por hecho, pero parece que tampoco fue exitoso. Este empresario se entregó en la noche del domingo. Sin embargo, la cadena Al Yazira anunció posteriormente que había logrado huir de su domicilio, que permanecía cercado por tropas rebeldes.
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