Los restos de Kirchner son sepultados tras un conmovedor adiós en su ciudad natal
Cristina Fernández viajará este sábado a El Calafate junto con sus hijos y el lunes regresará a Buenos Aires para retomar su actividad oficial
Río Gallegos, la ciudad sureña donde nació hace 60 años y en la que desarrolló su instinto de animal político, dio anoche (madrugada en España) un conmovedor adiós al ex presidente argentino Néstor Kirchner y se comprometió a no olvidar a su hijo predilecto.
Los restos de Kirchner llegaron a su ciudad natal en un avión procedente de Buenos Aires, donde fue despedido con un impresionante funeral de Estado en el que participaron decenas de miles de personas durante 26 horas. Por parte española, el pasado viernes acudieron a la capilla ardiente la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, y el ex presidente del Gobierno Felipe González.
Familiares, amigos, funcionarios y dirigentes políticos viajaron a Río Gallegos, adonde se desplazó también el presidente venezolano, Hugo Chávez, uno de los ocho presidentes sudamericanos que asistieron al velatorio del cuerpo en la Casa Rosada.
Precisamente Chávez fue quien recibió con un abrazo a Cristina Fernández en el aeropuerto de Río Gallegos, 2.600 kilómetros al sur de la capital argentina, cuando llegaron los restos del ex mandatario.
El lento descenso del féretro desde el avión fue la antesala a una impactante caravana popular hasta el cementerio municipal, encabezada por la presidenta y sus hijos, Máximo y Florencia.
Más que un político, un vecino
El cortejo, que avanzó a paso de hombre, fue seguido por coches, motos y miles de personas apostadas a los lados de la autovía que enlaza el aeropuerto con el cementerio, en el mismo recorrido que realizó Kirchner en 2003 para celebrar su triunfo en las elecciones presidenciales.
Para los galleguenses, el ex presidente fue, además de político, un vecino, porque vivió durante más de 30 años en su ciudad natal y fue ahí donde empezó su carrera política, primero como alcalde (1987-1991) y después como gobernador de la provincia de Santa Cruz, entre 1991 y 2003, un cargo que le catapultó a la Casa Rosada.
"Soy radical desde la cuna, pero vine a despedir los restos de Kirchner porque fue el dirigente que me devolvió la confianza en la dirigencia política, aunque hizo cosas con las que no he estado de acuerdo", reflexionaba Carlos Sosa, un ciudadano que ha viajado desde Caleta Olivia, a 700 kilómetros de Río Gallegos, para participar en la caravana.
El cortejo fúnebre tardó cerca de tres horas en llegar hasta el cementerio. A duras penas se abrió paso entre la multitud, que traspasó los cordones de seguridad y provocó momentos de tensión hasta que la propia Cristina Fernández pidió a la policía que permitiera a la gente acercarse.
Ceremonia íntima
Solo los familiares y el círculo íntimo del matrimonio presidencial accedieron al camposanto para participar en el responso religioso que antecedió a la sepultura en un panteón familiar.
Néstor Kirchner murió este miércoles de un infarto masivo en el hospital José Formenti de la villa turística de El Calafate, situada a 300 kilómetros de Río Gallegos, en la que descansaba junto a su esposa.
El ex presidente había sufrido dos intervenciones coronarias en el último año. En febrero por una obstrucción en la carótida derecha, y en septiembre por un problema en la arteria coronaria que requirió una angioplastia.
Cristina Fernández viajará este sábado a su residencia de El Calafate junto con sus hijos y el lunes regresará a Buenos Aires para retomar sus funciones como presidenta, según fuentes oficiales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.