El primer ministro japonés presenta su dimisión
Naoto Kan cumple su promesa de dejar el cargo después de que el Parlamento aprobara hoy dos leyes promovidas por él para impulsar la reconstrucción del país tras el desastre del 11 de marzo
El primer ministro japonés, Naoto Kan, ha presentado su dimisión como presidente del gobernante Partido Democrático de Japón, acosado por el endeudamiento del país, criticado por su gestión del peor desastre que ha sufrido Japón desde la Segunda Guerra Mundial y hundido en las encuestas de popularidad. La renuncia de Kan, tras 14 meses turbulentos a la cabeza del Gobierno de la tercera economía del mundo, abre las puertas al nombramiento de su sucesor en el partido, el próximo lunes, y la dimisión en pleno de su Gabinete el martes. Ese mismo día, el Parlamento prevé nombrar al que será el sexto primer ministro de Japón en cinco años.
La salida de Kan, de 64 años, era esperada. En junio, superó una moción de censura, bajo la promesa de que dejaría el cargo más adelante, y dijo que dimitiría una vez que fueran aprobadas tres legislaciones claves. Las dos últimas -una presupuestaria, y la otra destinada a promover el uso de las energías renovables- recibieron luz verde ayer. En julio, fue aprobado el presupuesto para la reconstrucción de las áreas afectadas por el terremoto y el tsunami que asolaron la costa noreste del archipiélago el pasado 11 de marzo y destrozaron la central nuclear de Fukushima, de la que continúa fugándose radiactividad.
Japón sufre desde hace años una rotación continua de jefes de Gobierno, lo cual no ha ayudado a hacer frente a los graves problemas a los que se enfrenta, entre ellos, una economía renqueante, una deuda pública que más que duplica el producto interior bruto, un yen muy caro, una población cada vez más envejecida, y ahora los efectos del tsunami y la crisis atómica.
Al menos cinco candidatos se disputan el puesto de Kan; entre ellos, el ex ministro de Exteriores Seiji Maehara, de 49 años, que parte como favorito, el ministro de Finanzas, Yoshihiko Noda, y el ministro de Comercio, Banri Kaieda. El futuro primer ministro tendrá que unir a un Parlamento dividido, diseñar una nueva política energética y convencer a los mercados de que Japón puede salir del atolladero político y solucionar sus problemas financieros. La agencia de calificación de riesgo Moody's ha rebajado esta semana la nota crediticia japonesa, entre otras razones porque considera que los constantes cambios de Gobierno son un obstáculo para las necesarias reformas.
Kan ha sido muy criticado por su falta de liderazgo tras el desastre del 11 de marzo. Solo un 10% de los encuestados que respondieron aprueban su gestión, mientras que el 69% la desaprueban, según un estudio de la consultora GfK, realizado entre el 29 de julio y el 10 de agosto. El primer ministro se ha visto perjudicado también por las continuas luchas de poder, incluso dentro de su propio partido. Mientras después de la catástrofe la población esperaba de los políticos cooperación y visión común, las sesiones parlamentarias han sido en cambio a menudo terreno de enfrentamiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.