Una oleada de atentados en Irak causa más de cien muertos

Al menos 45 fieles chiíes murieron ayer y otros 110 resultaron heridos en dos atentados suicidas perpetrados en la ciudad de Kerbala, 110 kilómetros al sur de Bagdad. Las víctimas eran peregrinos que iban a participar en las celebraciones del Arbainiya, una de las principales festividades chiíes.

En apenas tres días han muerto en sucesivos atentados al menos 112 personas. Este repunte de ataques terroristas comenzó el pasado martes, cuando al menos 49 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas en un atentado suicida contra un centro de reclutamiento de la policía en Tikrit, 170 kilómetros al norte de Bagdad. La escalada de violencia continuó el miércoles con dos atentados suicidas contra las fuerzas de seguridad iraquíes y algunos peregrinos chiíes.

El ataque más mortífero causó al menos 60 muertos y fue perpetrado por un kamikaze que se estrelló con una ambulancia llena de explosivos contra un centro de entrenamiento de la policía en Bakuba, a 60 kilómetros de Bagdad. Un segundo atentado tuvo lugar apenas una hora después en la localidad de Ghalbiya, al este del país, que se saldó con al menos dos muertos.

Esta oleada de violencia amenaza con reabrir el enfrentamiento entre las comunidades chií y suní, que asoló el país entre 2006 y 2007. Hace apenas dos semanas volvió al país, tras pasar los últimos tres años en Irán, el clérigo radical Múqtada al Sáder, líder radical chií.

El Gobierno iraquí aún no ha nombrado a los nuevos ministros de Defensa e Interior, mientras siguen las negociaciones para formar el Ejecutivo.