Más de 100 niños nigerianos mueren envenenados con plomo al buscar oro
El Gobierno pide ayuda para atajar una crisis que afecta a más de 350 personas
Más de 100 niños y medio centenar de adultos han muerto envenenados por plomo en el norte de Nigeria en las últimas semanas. Todos habían comenzado a excavar ilegalmente yacimientos de oro en un terreno con altas concentraciones de estos minerales tóxicos. Se registraron 355 casos de envenenamiento, de los cuales 163, hasta el momento, fueron mortales.
Las muertes se conocieron a raíz del programa de vacunación que cada año se pone en marcha en el país africano rico en gas, petróleo y minerales. El personal sanitario encargado de la campaña se dio cuenta de que prácticamente no había niños en las aldeas de la remota zona de Zamfara y, tras indagar en el asunto, los pobladores les informaron de que las muertes se habían sucedido recientemente por malarias. No obstante, tras un análisis de las aguas subterráneas de la zona, se comprobó que el plomo se había filtrado tras las excavaciones en busca de oro.
El metal se filtró a la red de agua de la región por las excavaciones ilegales
"Es probable que la gente haya enfermado después de que el plomo, separado del oro en el proceso de tamización, contaminara los sistemas de agua", explicó a la agencia Reuters un miembro de una de las agencias internacionales que trabajan en el terreno. El Gobierno ha levantado dos campamentos sanitarios en el área para atajar el problema. Nigeria ha tenido que solicitar la ayuda de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro de EE UU para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y el Instituto Blacksmith de Nueva York.
Hay por lo menos seis aldeas diezmadas por el envenenamiento, en especial Dareta y Giadanbuzu, ambas en la pobre y árida región del Sahel, en la franja sur del Sáhara. Sus pobladores protestaron contra el Gobierno de Abuja, alegando que las autoridades han tardado mucho en reaccionar a la crisis. Abubakar Garba, un criador de ovejas de 40 años de edad de Giadanbuzu, dijo que cuatro de sus seis hijos murieron a causa de la intoxicación por plomo hace dos meses. Los cuatro eran menores de 10 años. "El Gobierno de este país no sabe dónde viven los pobres. No quieren saber lo que pasa en nuestros pueblos", dijo Garba a la cadena BBC con lágrimas en los ojos. "Si se tratara de sus hijos, no les habría tomado tanto tiempo descubrir este problema".
El área es remota y musulmana, lo que hace más ardua la tarea a la hora de trabajar en la prevención y el tratamiento en el caso de las mujeres. Demasiado plomo puede dañar el sistema nervioso, los sistemas reproductores y los riñones. El plomo es especialmente dañino para los niños pequeños y en las mujeres embarazadas. "Es una situación de emergencia. Estamos en una carrera contra el reloj para eliminar el plomo tóxico de las casas ahora, antes de que lleguen las lluvias en julio y se propaguen las sustancias contaminantes", declaró Richard Fuller, presidente del Herrero Institute, una organización sin fines de lucro que trabaja en la limpieza de materiales contaminantes en todo el mundo.
Aunque su población es pobre, Zamfara es rica en minerales, incluidos oro, cobre, mineral de hierro y manganeso. El presidente nigeriano Goodluck Jonathan inauguró recientemente una planta para el procesamiento de minerales y las autoridades locales han manifestado mucho interés en atraer la inversión privada a la zona. De hecho, el corresponsal de la BBC en la región ha informado de que el gobierno local de Zamfara había empleado recientemente a una compañía china para explotar las minas de oro. Al parecer, al margen de este acuerdo, la gente del lugar decidió adelantarse a la empresa asiática para sacar el precioso metal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.