Las lluvias torrenciales causan al menos seis muertes en Génova
Los vecinos culpan a las autoridades de no tomar medidas ante la alerta
Todo el mundo sabía que el viernes en Génova iba a llover con fuerza. También que la ciudad, como tantas otras en Italia, no está preparada para ese tipo de trombas -la semana pasada, sin ir más lejos, un aluvión causó una decena de muertos en Liguria-. El caso es que ni las autoridades ni los vecinos hicieron demasiado caso a previsiones y precedentes. Seis personas, cuatro mujeres y dos niñas, fallecieron a causa del temporal que convirtió gran parte de la ciudad en el cauce de un río turbulento. Las pérdidas son incalculables, como lo es también la rabia de los vecinos contra las autoridades.
Cuando la noche cayó, muchas zonas de la ciudad seguían inundadas, los servicios de emergencia habían cortado el suministro de gas y electricidad y, lo peor de todo, se esperaban nuevas precipitaciones. La alcaldesa, Marta Vincenzi, intentó justificarse alegando que la fuerza del aluvión, provocado en gran parte por el desborde de los torrentes Bisagno y Sturla, era absolutamente impredecible: "Es un drama irremediable. Jamás había caído una lluvia así en Génova. Un fenómeno de proporciones monzónicas". Los vecinos, en cambio, le achacan no haber sido más firme a la hora de proteger a los escolares, de haber ordenado el cierre tajante de las escuelas como medida de precaución. Si bien es verdad que, viendo los dramáticos vídeos grabados por los vecinos, se llega a la conclusión de que muchos ciudadanos tampoco se tomaron en serio la peligrosidad del temporal.
Dos niñas y cuatro mujeres murieron tras refugiarse en el zaguán de un edificio
De hecho, algunos testigos refieren que cinco de las seis víctimas perdieron la vida al intentar cruzar la calle Fereggiano en pleno temporal. Tres mujeres y dos niños corrieron a refugiarse en el zaguán de un edificio situado en el número cinco, pero una lengua de agua anegó la estancia y los ahogó sin que tuvieran tiempo de alcanzar la escalera y ponerse a salvo. A última hora de la tarde, un joven de 21 años ingresó cadáver en el hospital San Martino. Las autoridades intentaban determinar si se trataba de la séptima víctima o había fallecido por otras causas. El caso es que ni Génova ni Liguria están todavía fuera de peligro. La alerta 2 -el máximo grado- se mantendrá al menos hasta la noche del domingo. La situación sigue siendo "verdaderamente dramática", según las autoridades, porque el torrente Bisagno sigue siendo una amenaza. El consejo para los habitantes de la zona sigue siendo no salir de casa salvo en casos de extrema necesidad y mantenerse en los pisos más altos.
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