Por qué hay menos muertos en Irak
Pese a los continuos atentados, y sin echar las campanas al vuelo ni poder asegurar que se mantendrá la situación, las cifras de ataques de diverso tipo y de bajas estadounidenses y civiles en Irak se han reducido desde su nivel más alto, hace algunos meses, al que reinaba a mediados de 2005.
Un refuerzo de 30.000 soldados norteamericanos, la famosa surge, a partir de febrero, no ha marcado la diferencia por sí sola, aunque se ha empezado a notar cuando el despliegue se ha completado, en julio pasado. Lo que ha supuesto un verdadero cambio, según diversos expertos consultados, es la puesta en marcha de un nuevo enfoque hacia la situación en Irak y nuevas tácticas por parte de Estados Unidos. ¿Es un giro? ¿Durará? Está por ver. Especialmente cuando dentro de unos meses se intensifique la salida de tropas estadounidenses. Para el próximo verano está prevista la retirada de cinco brigadas.
Las cifras de bajas estadounidenses y de civiles son ahora como las de 2005
Bush habla aún de "ganar", pero el concepto de victoria ha cambiado
- Irán y Siria
Ha habido un claro acercamiento entre EE UU e Irán y Siria sobre Irak (y sobre otras cosas, como ha reflejado la presencia siria en la cumbre de Annapolis). Siria tiene interés en frenar la afluencia masiva de refugiados iraquíes y, de paso, o a cambio, cerrar sus fronteras a los yihadistas o elementos extranjeros de Al Qaeda que pasan a Irak. En cuanto a Irán, las conversaciones en Bagdad con Estados Unidos podrían estar dando resultados en cuanto a una reducción drástica en la llegada de armas desde Irán, en especial, las bombas de carretera y otros artefactos de origen iraní, y ayudando a presionar sobre los insurgentes chiíes.
- Colaboración con los suníes
EE UU parece haber logrado finalmente la colaboración de algunos elementos suníes en las provincias de Anbar y Diyala para que se enfrenten a otros grupos insurgentes y a Al Qaeda, especialmente a sus elementos "extranjeros". Es lo que se viene a llamar el "despertar suní".
Otros expertos citados por el Financial Times señalan que la relativa mejora en la situación en Anbar no ha sido resultado del refuerzo de tropas (que se concentró allí en mayor proporción que en otras partes del país), sino de una serendipia, descubrimiento científico afortunado e inesperado accidental que toma su nombre justamente de un cuento persa.
En cualquier caso, no es una política gratuita. Millones de dólares están siendo utilizados para engrasar estas formas de lealtad. ¿Por cuánto tiempo? Está por demostrarse que una vez conseguido este dinero y control local, estos elementos no se vuelvan de nuevo contra los ocupantes o contra los chiíes. Aprovechando la pausa parcial pueden estar reconstituyéndose nuevas milicias. Al Qaeda Central, como se llama al grupo que se supone está en el centro de las decisiones estratégicas en el mundo, puede estar otorgando una nueva prioridad a la guerra de Afganistán.
- Cambio de tácticas
Los soldados estadounidenses que se despliegan en núcleos urbanos patrullan más ahora con fuerzas iraquíes, indican estas fuentes, y han tratado de proyectarse más hacia la población. Habrían logrado así un mejor conocimiento de los lugares, con mayor información, lo que les habría llevado a evitar un uso indiscriminado y abusivo de la fuerza que había socavado su ya mala reputación y causado daños colaterales, como ha ocurrido también en Afganistán con los ataques a civiles.
- Desmovilización del Mahdi
La desmovilización del Ejército del Mahdi (chií), milicia vinculada al clérigo Múqtada al Sáder ha sido otro elemento básico. Es posible que Al Sáder busque convertir su movimiento en un partido político, si le dejan sus rivales. Esta tregua del Ejército del Mahdi puede haber contribuido de forma marcada a una reducción de la violencia sectaria. Pero como milicia de la que se desgajan grupos, sigue siendo una realidad que alimenta a muchos escuadrones de la muerte que devastan Bagdad.
- Mejora de fuerzas locales
Parece que nos encontremos con unas fuerzas militares y policiales iraquíes que han logrado un mayor grado de disciplina, entrenamiento y eficacia en las actuaciones y son ya medio millón, lo que ha supuesto para los soldados estadounidenses un cierto alivio, pero carecen de medios y organización suficientes y se ven atravesadas por los odios sectarios. Muchos de ellos se forman así de la mano de EE UU y otros países para luego regresar a sus milicias sectarias. De día son una cosa; de noche, otra.
- Cansancio con la violencia
La fracturada sociedad iraquí puede estar llegando a un real hartazgo de la violencia, lo que un experto llama "el punto álgido de la muerte", que ha hecho volverse a algunas poblaciones contra los insurgentes. A ello puede contribuir el hecho de que, de la mano del miedo a esta violencia, los núcleos de poblaciones se han hecho más homogéneos. Los suníes en Bagdad se han ido a vivir con los suyos; los chíies, entre chiíes. Pero esto no significa, pese a las proclamas oficiales, que la gente esté volviendo. O están volviendo porque los quieren en otros lugares. Muchos de los que regresan lo hacen porque no se les da cobijo en Siria, como ya hemos mencionado, en Jordania, en Irán, y menos aún en el Kurdistán iraquí donde se han producido limpiezas étnicas.
Están también los errores cometidos por los insurgentes y terroristas. Pero también los insurgentes pueden haber aprendido. Es de manual para cualquier guerrilla retirarse tácticamente ante un enemigo superior. Irak ha sufrido lo indecible. El nivel de violencia sigue siendo insoportablemente alto. No se ha logrado la paz. Sólo que las cifras respondan mejor. Habrá mucha más sangre. No estamos aún ante el fin. Ni siquiera ante el principio del fin del drama.
De todas formas, aunque hable aún de "ganar" en Irak, el concepto de victoria ha cambiado para la Administración de Bush. Ya no busca un Irak plenamente democrático que irradie sobre el resto de Oriente Próximo sino un país relativamente estabilizado, con una presencia militar permanente estadounidense que pueda proyectarse sobre la región.
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