La energía acerca aún más a Lula y Chávez

Once proyectos industriales y seis del área agroindustrial, junto a temas políticos regionales, dieron contenido a la reunión que mantuvieron ayer en Caracas los presidentes de Brasil y Venezuela, Luiz Inácio Lula da Silva y Hugo Chávez, durante la corta visita del primero a la capital venezolana.

Lula llegó a Caracas a media mañana y se reunió con Chávez en el palacio presidencial de Miraflores, donde tuvo lugar una ceremonia militar de bienvenida que fue retransmitida obligatoriamente por las radios y las televisiones del país.

Durante cinco horas, Lula y Chávez repasaron las relaciones entre los dos países y abordaron proyectos industriales, especialmente de energía. En este capítulo destacan los planes de comercialización de gas venezolano en el norte de Brasil y la ampliación de la interconexión eléctrica entre los Estados de Roraima (Brasil) y Bolívar (Venezuela), así como el proyecto conjunto de construir una refinería en Pernambuco (Brasil), con capacidad para procesar 200.000 barriles diarios de crudo.

"El balance es muy positivo, las relaciones de los dos países, están en su nivel óptimo", dijo Chávez tras la reunión. "No fue fácil convencer a muchos empresarios brasileños para que invirtieran en Venezuela, pero lo logramos. No hace mucho, algunos intentaban vender la imagen de que Chávez odiaba a las empresas privadas", añadió.

Antes de comparecer ante los medios, la televisión estatal venezolana conectó con el Estado de Anzoátegui, donde los dos países han comenzado a construir una planta de producción de polímeros que requerirá una inversión de 5.000 millones de dólares.

En el ámbito regional, analizaron el proceso de adhesión de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), pendiente del visto bueno de los congresos brasileño y uruguayo, así como el eco que ha tenido la propuesta brasileña de crear un Consejo de Defensa dentro de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).