Cuatro detenidos por planear un atentado contra una sinagoga en Nueva York
Según el FBI, también pretendían derribar aviones militares
El FBI ha arrestado a cuatro hombres esta madrugada (hora española) que presuntamente planeaban atentar contra una sinagoga de Nueva York y estaban estudiando la posibilidad de atacar aviones militares, según han informado las autoridades. Las detenciones se han producido tras una operación que se ha prolongado durante un año y que comenzó en Newburgh, en el Estado de Nueva York, señala el diario The New York Times [en inglés] citando a la agencia AP.
Los sospechosos, identificados como James Cromitie, David Williams, Onta Williams y Laguerre Payen, fueron detenidos tras la compra de misiles inactivos y explosivos de metal inerte. Las autoridades les acusan de planear un atentado contra una sinagoga en el prestigioso barrio neoyorkino de Riverdale y ataques con misiles Stinger contra aviones militares ubicados en la base de la Guardia Nacional Aérea de Nueva York, en el aeropuerto Stewart.
"Los acusados querían perpetrar una serie de ataques terroristas. Seleccionaron objetivos y se hicieron con el armamento necesario para llevar adelante sus planes", ha revelado el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Lev Dassin, en una nota conjunta de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, el FBI y el Departamento de Policía neoyorquino. Los detenidos comparecerán este jueves ante un tribunal federal acusados por la posesión de armamento de destrucción masiva, un delito que está penado hasta con cadena perpetua.
Amenazas "demasiados reales"
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha reaccionado a la noticia destacando que las amenazas contra la seguridad de la ciudad son "demasiado reales", ya que pese a que las bombas con las que pretendían cometerse los últimos atentados eran "falsas" demuestran la intención de algunas facciones por "atacar las libertades". En la misma línea, el gobernador David Paterson ha señalado que la amenaza sobre Nueva York es "persistente" y afecta "a todas las comunidades, sin importar raza, religión o etnia".
La investigación arrancó en junio del año pasado, cuando Cromitie confesó a un informante del FBI en Newburgh que sus padres habían vivido en Afganistán y estaba descontento por las bajas musulmanes a consecuencia de la guerra en territorio afgano y en el vecino Pakistán, según la denuncia. El acusado señaló entonces que si él muriese como un mártir iría al "paraíso", por lo que mostró su interés en hacer "algo en América".
Un mes más tarde, Cromitie mostró interés por unirse a la milicia paquistaní Jaish-e-Mohammed, para "hacer la Yihad". En octubre del año pasado, inició con este objetivo una serie de encuentros en Newburgh para perpetrar posibles atentados y, ya en abril de 2009, los integrantes de esta red determinaron cuáles serían sus objetivos.
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