El monzón en Pakistán, "un desastre de primera magnitud"
"Hay agua por todas partes, pero está contaminada. No hay para beber", explica un miembro de la ONG británica Islamic Relief
Habib Malik, miembro de la ONG británica Islamic Relief (Auxilio Islámico), ha estado en muchas zonas de desastres y no tiene ninguna duda: "Las inundaciones que han golpeado el noroeste de Pakistán son una catástrofe de primer magnitud."
En opinión de Malik, la situación es similar a lo que vio en Bangladesh después del ciclón de 2007 o en Indonesia después del tsunami de 2004: "Hay personas que llevan días sentados encima de sus casas esperando ayuda". Malik, un paquistaní que lleva 30 años viviendo en Escocia, llegó ayer a la ciudad de Nowshera (1,4 millones de habitantes), uno de los principales focos del desastre. Su organización ya tenía presencia en la zona y había repartido las 150 tiendas de campaña que tenía. "Pero se necesitan más, muchísimas más. Aquí el 90% de la ciudad ha llegado a estar de bajo del agua", explica Malik.
Ayer fue a una escuela de tecnología que se ha convertido en un campo para los desplazados: "En solo dos horas vi llegar a más de 1.000 personas, todos a pie porque las carreteras están destrozadas. Muchas personas han perdido todo. Cada uno tiene una historia, pero todos han sufrido". Allí grabó un vídeo que subió a Youtube para contar lo que está pasando.
Fuentes oficiales informan de entre 1.200 y 1.500 muertos confirmados pero Malik, por su experiencia en otros desastres, teme que el total sea mucho peor. De hecho, las últimas estimaciones de Unicef señalan que hay más de 1.400 fallecidos y tres millones de afectados por el monzón, el peor de los últimos 80 años. Explica que la zona es muy montañosa y hay valles donde nadie sabe cómo es la situación. Hoy va a intentar viajar en barco para acceder a los pueblos a los que no se puede entrar de ninguna otra manera. En realidad esta no fue su primera opción. "Iba a irme por carretera a la ciudad de Peshawar, pero no puedo, el puente se ha caído."
Malik, que ha ganado este año el premio humanitario Robert Burns por sus esfuerzos para mejorar las vidas de los demás, pide ayuda. "El Gobierno de Pakistán está haciendo lo que puede pero no tiene los medios suficientes. Se necesita la ayuda de la comunidad internacional. Pero no hacen falta promesas, hace falta que ayuda llegue, ya."
Las cuatro cosas fundamentales son medicamentos, porque "hay 1.200 centros médicos destrozados", tiendas de campaña, comida y agua. "Hay agua por todas partes, pero está contaminada. No hay para beber", critica Malik.
Ayer por la noche el cielo se había nublado de nuevo y Malik intuía que iba a llover. "De vez en cuando oigo truenos. Y hay mucha gente afuera, sin techo. La situación aquí es desgarradora."
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