Una decisión crucial y difícil
Dos cirujanos y un especialista en medicina interna consultados por este periódico consideran que la primera operación que sufrió Fidel Castro, la unión entre el recto y el colon transverso para eliminar la zona con diverticulitis (la inflamación de bolsas anormales en el intestino) no es aconsejable cuando el enfermo tiene inflamación del peritoneo, la membrana que rodea a todos los órganos abdominales. Es más prudente, en su opinión -y con la salvedad de que no conocen al 100% la historia clínica del paciente y su estado de salud previa- dejar descansar el colon haciendo un ano artificial para después realizar la conexión, porque con una inflamación por medio hay más posibilidades de que la anastomosis (unión quirúrgica entre las dos partes del intestino) falle.
Eso es lo que pasó en el caso de Castro, según dos fuentes médicas del hospital Gregorio Marañón de Madrid. A este centro pertenece José Luis García Sabrido, jefe de Cirugía que declaró en diciembre que Castro no sufre cáncer -tal y como afirmaban fuentes de Estados Unidos- y que se estaba recuperando. El régimen cubano ha mantenido el silencio oficial sobre la enfermedad que sufre el dictador.
Por su parte, Manuel Sánchez, cirujano del hospital General Yagüe de Burgos y vocal de Hospitales de la Organización Médica Colegial, es más prudente: "Realmente es el médico en el quirófano, cuando abre al paciente y ve la situación, el que tiene que decidir entre una solución u otra. Los especialistas no nos ponemos de acuerdo en esto. Si optas por unir las dos partes del colon, le ahorras una intervención a un paciente de edad avanzada, pero también aumenta el riesgo si hay inflamación del peritoneo".
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