La construcción de una gran refinería divide a Centroamérica
La ubicación de la instalación petrolera marca la cumbre del Plan Puebla Panamá que se celebra hoy en México
El futuro de una refinería de petróleo para Centroamérica y una polémica territorial entre Nicaragua y Colombia aderezan los prolegómenos de la reunión presidencial del Plan Puebla Panamá (PPP), que se inaugura oficialmente este martes. En él, participan nueve estados del sur de México considerados parte de Mesoamérica o la América Intermedia, Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador, Belice, Costa Rica, Panamá y Colombia, incorporada el año pasado como miembro pleno.
El PPP es un mecanismo de integración creado en 2001 en el istmo centroamericano y que ha logrado algunos avances sobre todo en materia de infraestructura carretera e interconexión eléctrica, aunque necesita nuevos bríos, según ha admitido a los periodistas el canciller de Belice, Eamon Courtenay. "No es tanto relanzar (el PPP) como renovar nuestros compromisos", sostiene.
Según Courtenay, la eventual construcción de una refinería en América Central será una de las materias que se discutirán en Campeche, por ser "muy importante para la gente de la región". Este plan, surgido del Programa de Integración Energética Mesoamericana (PIEM), en el que también participa la República Dominicana, mantiene en vilo a varias naciones interesadas en ser sede de la instalación petrolera.
La idea es que la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) abastezca a esa refinería con 230.000 barriles diarios de crudo, cuya construcción requiere de una inversión de 10.000 millones de dólares y que tendrá una capacidad total para procesar 360.000 barriles crudo diarios.
Una refinería en liza
Los países acordaron que dejarían en manos del consorcio que gane la licitación para construir la refinería la decisión sobre su ubicación final.Sin embargo, la dirección de Pemex advirtió a principios de año que existe incertidumbre en torno a esa propuesta, que ya ha encontrado competencia en una iniciativa lanzada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
En enero pasado, Chávez propuso a Nicaragua como sede de otra refinería, con una capacidad de procesamiento de entre 100.000 y 150.000 barriles de crudo venezolano. Otro competidor para el plan podría surgir de Panamá, que es junto a Guatemala uno de los países barajados para albergar la instalación petrolera del PIEM.
El embajador panameño en México, Ricardo Alemán, recordó ayer en Campeche que desde hace un tiempo su país está estudiando la firma de un acuerdo con la compañía estadounidense Occidental Petroleum Corporation (OXY) para crear una refinería en Puerto Armuelles, en el Pacífico que podría distribuir 350.000 barriles diarios (con lo que se solaparía con la del PIEM) y que podrían abastecer los Emiratos Arabes Unidos e incluso México y Venezuela. Costa Rica y Honduras también han expresado su interés en acoger la refinería centroamericana.
Otro de los focos de interés de la jornada fue el contencioso entre Nicaragua y Colombia por unas declaraciones del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, que ayer matizó su canciller, Samuel Santos. Ortega, que ha decidido enviar a Campeche a su vicepresidente, Jaime Morales, ha indicado que su país no avalará el intento de Colombia, Costa Rica y Honduras de despojarle de territorios en el mar Caribe. Además, ha expresado las "preocupaciones" de Nicaragua por la presencia de Colombia en la reunión del PPP.
Estas afirmaciones han generado una reacción inmediata del Ministerio colombiano de Exteriores, que este domingo señalaba en un comunicado que mientras Nicaragua ha pretendido desconocer, total o parcialmente los tratados fronterizos, Colombia ha desarrollado sus relaciones con países limítrofes con apego al derecho internacional.
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