Venezuela se rearma
Las compras de material militar y de defensa efectuadas por Caracas han superado los 6.700 millones de dólares en los tres últimos años
Parece que Venezuela hubiese dedicado el ingreso de todo un mes de su producción petrolera - con un barril a 103 dólares y una producción de 2,3 millones de barriles diarios - a la adquisición de armas. En los últimos tres años, las compras militares del Gobierno venezolano a países como Rusia, Bielorrusia, China y España han superado los 6.700 millones de dólares (unos 4.600 millones de euros). Y en cada viaje del presidente, Hugo Chávez, crece la lista de material bélico, aunque no el número de proveedores que están dispuestos a venderle.
El Kremlin confirmó que las compras de armas de Rusia a Venezuela, entre 2005 y 2008, se calculan en 4.400 millones de dólares (3.000 millones de euros). El paquete de esta negociación incluye 100.000 fusiles de asalto Kalashnikov, 24 aviones Sukhoi SU con su armamento, 5.000 fusiles de Dragunov de alta precisión y la construcción en Venezuela de centros de adiestramiento para el personal y de mantenimiento para los equipos. A este monto se suma una línea de crédito de 1.000 millones de dólares que extendió Moscú al Gobierno de Caracas la semana pasada para la adquisición de más material militar.
Bielorrusia ocupa el segundo lugar de importancia entre los proveedores de Venezuela, con ingresos de 1.000 millones de dólares (690 millones de euros) por la venta de sistemas electrónicos para la defensa aérea y el adiestramiento de oficiales venezolanos. China también vendió a Venezuela 10 radares de búsqueda de largo alcance, valorados en 350 millones de dólares.
Veto estadounidense
El intercambio con España fue próspero hasta 2007, cuando la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio informó de que había vendido a Caracas 4,2 millones de euros en bombas y vehículos militares, y 1,6 millones de euros en material de uso civil con aplicaciones militares. El veto de Estados Unidos, que prohíbe la venta de armas o piezas militares estadounidenses al Gobierno venezolano, aprobado en mayo de 2001, truncó los negocios futuros con España y con Suecia, que hasta entonces también había dotado de equipos bélicos a Venezuela.
El analista militar Carlos Hernández recuerda que, desde que comenzó su Gobierno, Hugo Chávez prohibió la compra de armamento de Estados Unidos, incluso aquellas partidas que ya habían sido contratadas por el Gobierno anterior. "Luego comenzó toda esta verborrea en contra de Estados Unidos, que ahora presiona a otros países aliados para que no nos vendan armamento. También han presionado Colombia, Brasil, Francia, Holanda y Gran Bretaña, que tienen intereses geopolíticos alrededor de Venezuela. Esa situación nos ha cerrado los mercados", dice Hernández.
Rusia es el único país que parece estar dispuesto a vender armas a Venezuela. El 26 de septiembre, el Gobierno de China puso énfasis en negar que hubiese llegado a acuerdos de cooperación militar con Venezuela, un día después de que el presidente Chávez anunciara que compraría 24 aviones de entrenamiento K-8 a Pekín.
La dependencia de un proveedor único, cree el ex ministro de la Defensa de Venezuela, Raúl Salazar, podría traer graves consecuencias: "Por estrategia, en el pasado no dependíamos de un solo proveedor. Hoy en día prácticamente entre Rusia y Bielorrusia está todo lo que se ha comprado. Esto nos hará vulnerables el día que Rusia no nos quiera suministrar repuestos".
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