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Varios detenidos en una manifestación de estudiantes en Irán

Miles de jóvenes intentan conmemorar el décimo aniversario del ataque a la Universidad de Teherán por parte de las milicias del Gobierno

Las autoridades iraníes han cumplido su amenaza de "aplastar" cualquier intento de manifestación. La convocatoria de varias marchas para conmemorar el décimo aniversario de las protestas estudiantiles de 1999 y expresar el descontento con la reelección de Mahmud Ahmadineyad chocó con un amplio despliegue policial y de milicianos. Aún así, cerca de 3.000 personas se dieron cita en las proximidades de la Universidad de Teherán y, según testigos, la policía utilizó gases lacrimógenos y disparó al aire para dispersarles. Varios manifestantes resultaron detenidos.

EL PAÍS, como el resto de la veintena de medios extranjeros acreditados en Irán, tiene prohibido cubrir los actos no autorizados. De todas formas, cuando al final de la mañana esta corresponsal regresaba de hacer compras en el Gran Bazar, pudo ver cómo un gran número de policías y agentes de civil empezaban a tomar posiciones en las calles cercanas a la Universidad de Teherán, donde estaba previsto que convergieran las protestas. A esa hora todavía no había manifestantes.

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Pero antes de las cinco de la tarde, los antidisturbios empleaban gases lacrimógenos para disolver a un par de centenares de personas que habían logrado concentrase en las proximidades de la plaza de Enghelab, según relató un testigo. No eran los únicos. También en la vecina calle Felestín se habían dado cita otros grupos, mayoritariamente de jóvenes. Poco a poco, la multitud fue creciendo y varias fuentes hablaban de entre 2.000 y 3.000 personas en la avenida Taleghani que desemboca directamente en el campus universitario.

Los gritos de "Libertad para los presos políticos", "Dimisión, dimisión" y "Muerte al dictador", fueron respondidos con granadas de gases lacrimógenos y disparos al aire. Algunos manifestantes quemaron contenedores de basura para hacer barricadas que les protegieran de las cargas policiales. Al caer la noche, con varios heridos y un número indeterminado de nuevos detenidos, la protesta se fue difuminando.

La concentración ha sido la mayor que se produce en la capital iraní desde que el 28 de junio varios miles de opositores aprovecharon una ceremonia religiosa en memoria del ayatolá Mohammad Beheshtí, aseinado en 1981, para reunirse en una mezquita del norte de Teherán. Hoy, el pretexto era el 18 de tir, el día del calendario iraní en que hace diez años, los milicianos basiyís entraron a sangre y fuego en las residencias universitarias para acabar con las protestas contra el cierre de un periódico reformista. Desde entonces, pequeños grupos de estudiantes han conmemorado cada año aquel incidente.

En esta ocasión, con la sensibilidad a flor de piel por unas elecciones que muchos iraníes han considerado fraudulentas, las autoridades extremaron la vigilancia. Aprovechando una inusual tormenta de arena, decretaron el cierre el martes y el miércoles de todas las oficinas y centros públicos, convirtiendo esta semana en un gran puente, ya que el lunes fue fiesta nacional y el fin de semana iraní va de jueves a viernes. "Si algunos individuos planean acciones contra la seguridad, les aplastaremos bajo los pies de nuestra gente alerta", advirtió en cualquier caso el gobernador de Teherán, Morteza Tamaddon, citado por la agencia oficial Irna.

A pesar de la prohibición explícita de cualquier tipo de manifestación, los opositores habían repartido octavillas y detallado sus planes en varios sitios de Internet. Además de los recorridos de las marchas, las convocatorias daban instrucciones sobre cómo enfrentarse a la policía. Entre las recomendaciones, se citaba no llevar documentación y "no usar ningún tipo de crema porque reacciona con los gases y aumenta la sensación de picor". También se aconseja que si un agente quiere golpearte con una porra, se den unos pasos atrás y luego se avance de repente hacia él para desequilibrarle. Finalmente, "escapar zigzagueando porque los trajes de los antidisturbios dificultan sus movimientos".

Manifestantes opositores marchan por el centro de Teherán, para conmemorar el décimo aniversario del ataque a la Universidad de Teherán por parte de las milicias del Gobierno
Manifestantes opositores marchan por el centro de Teherán, para conmemorar el décimo aniversario del ataque a la Universidad de Teherán por parte de las milicias del GobiernoAFP
Cientos de manifestantes han salido de nuevo a las calles de Teherán, para conmemorar el décimo aniversario del ataque a la Universidad de Teherán por parte de las milicias del Gobierno
Cientos de manifestantes han salido de nuevo a las calles de Teherán, para conmemorar el décimo aniversario del ataque a la Universidad de Teherán por parte de las milicias del GobiernoAP

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