Saqueos y choques entre los refugiados de Mogadiscio mientras el puente aéreo se retrasa

El puente aéreo de ayuda humanitaria que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) quiere lanzar hacia Somalia tendrá que esperar hasta el miércoles para hacer su primer aterrizaje con 14 toneladas de alimentos. El portavoz del organismo de la ONU en el este de África, David Orr, ha explicado que la falta de autorización aduanera en el aeropuerto de Nairobi (Kenia), de donde iba a despegar el aparato con carga francesa, ha retrasado un día la puesta en marcha del operativo que pretende atacar la crisis humanitaria en el Cuerno de África. Una misión que camina contra el reloj mientras siguen llegando en oleadas desplazados somalíes a la capital. La agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) ha informado hoy de choques y saqueos en el campo de Badbado, a nueve kilómetros de Mogadiscio y que acoge a alrededor de 28.000 personas.

El puente aéreo prevé aterrizar, al menos en esta primera fase, en la capital somalí, en Dolo Ado (ciudad etíope junto a la frontera con Somalia), y en la ciudad keniana de Wajir. "Hablamos de un avión que transportará suministros a Mogadiscio y regresará a Nairobi. No sé si será un vuelo diario. Supongo que sí, pero será un vuelo regular de suministros de emergencia para niños", ha aclarado Orr. El PMA cuenta con un hangar en la capital de Somalia defendido por las fuerzas progubernamentales. Mogadiscio está partida por la mitad entre las zonas controladas por la fuerza de paz de la Unión Africana, compuesta por unos 10.000 soldados, y los milicianos de Al Shabab.

Este grupo, que la CIA vincula con Al Qaeda, extiende su control en el centro y sur del país, las zonas precisamente más afectadas por la sequía y la hambruna y a las que, de momento, el PMA no podrá acceder por la prohibición expresa de los radicales islamistas. Solo organizaciones como Cruz Roja Internacional, Médicos sin Fronteras y Acción contra el Hambre trabajan aún en esa parte de Somalía. La pasada semana, la ONU decretó el estado de hambruna en dos de las provincias tomadas por Al Shabab: Bakool y Lower Shabelle.

Algunos de sus habitantes, según narra el portavoz en Somalia de ACNUR, Bruno Geddo, que visitó ayer el campo de Badbado (5.000 familias), a las afueras de Mogadiscio, han recorrido durante 11 días la distancia que separa Bakool de la capital. Geddo ha sido testigo de "enfrentamientos y saqueos" en ese campo debido a la aglomeración de desplazados somalíes y a que, como reconoce ACNUR, "la asistencia no es suficiente para cubrir todas las necesidades". Según los datos de este organismo, cada día llegan a Mogadiscio un millar de personas, unas 40.000 solo en el mes de julio -30.000 a otros campos a 50 kilómetros de la ciudad- y hasta 100.000 en los últimos 60 días.

La asistencia que presta ACNUR al país no es, sin embargo, suficiente para evitar las críticas del Gobierno de transición somalí. El primer ministro, Abdiweli Mohamed Ali, de visita en el campo de Waberi, ha calificado de "fracaso" el trabajo realizado por la agencia de la ONU con los desplazados.