Rousseff rectifica su programa horas después de presentarlo
La candidata brasileña elimina los puntos más radicales
Los candidatos a la presidencia de Brasil en las elecciones de octubre estaban obligados a presentar sus programas oficialmente ante las autoridades electorales el martes, día en que comenzó oficialmente la campaña. Sin embargo, una vez lo hubo hecho la aspirante del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) , Dilma Rousseff, con todas las páginas del programa firmadas y una vez fue publicado en Internet, acabó retirándolo para hacer tres importantes rectificaciones: la facilitación a los Sin Tierra para ocupar haciendas, el control social de los medios de comunicación y la suavización del veto al aborto.
La justificación dada para este cambio repentino de programa fue que el inicialmente presentado lo fue por error, ya que contenía propuestas de la parte más radical del PT, que Rousseff no comparte. "Hay cosas que puede defender el partido, pero que no son compartidas por la candidata", comentó ayer Rousseff para explicar este gesto inesperado.
Parece ser que los puntos retirados no habían sido consultados con los partidos aliados del Gobierno más centristas y algunos de derechas, por lo que la candidata se vio obligada a desmarcarse de ellos.
Durante los ya casi ocho años de Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, el ala más izquierdista del PT también intentó modificar, por ejemplo, su política económica, de cuño liberal, y le propuso en varias ocasiones que controlara los medios privados de comunicación. La fuerza de Lula en el PT, del que fue fundador y miembro de máximo prestigio, hizo que pudiera en cada momento hacer frente a las pretensiones de su partido imponiendo una política moderada.
Ahora, muchos electores ?incluso de los partidarios de la política de Lula? se preguntan si su candidata tendría la misma fuerza que él para no sucumbir a las políticas más radicales del PT. Su presidente, José Dutra, ya ha anunciado que el partido no permitirá a Rousseff la libertad de acción que le permitió a Lula, avalado por el liderazgo que él ejercía en el mismo. La candidata oficialista llegó tarde al PT, procedente del Partido Democrático de los Trabajasdores (PDT), y nunca tuvo cargos en el partido ni fue escogida por él como candidata a la sucesión de Lula. Se trató de una decisión personal del propio presidente, que el PT acabó acatando.
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