Rebeldes y leales a Gadafi combaten por controlar Misrata y Ajdabiya
Aviones aliados bombardean la ciudad del este durante la noche, aprovechada por los leales para hacerse fuertes en Misrata
Con la guerra en Libia empantanada, sin significativos avances ni de los rebeldes apoyados por los bombardeos de la coalición ni de las tropas de Gadafi, este viernes se han vuelto a repetir los ataques aliados y las arremetidas gadafistas en Ajdabiya, que los insurrectos tratan de recuperar, y Misrata, que tratan de no perder. Aviones de la coalición han bombardeado a las fuerzas de tierra de Gadafi en la ciudad de Ajdabiya, al este. Ha habido también bombardeos nocturnos sobre Trípoli, seguidos de fuego antiaéreo del régimen. También los leales al líder libio han atacado en la estratégica ciudad del este y se han hecho fuertes en algunas zonas de Misrata, única ciudad del oeste controlada por los rebeldes. Esta noche, los rebeldes han dicho que la artillería de Gadafi ha matado a seis personas en Misrata, entre ellas tres niños.
Como viene siendo habitual desde que empezó el conflicto, el baile en la cifra de muertos varía en función del bando. Esta noche el ministro de Sanidad del régimen de Gadafi, Khaled Omar, ha asegurado en rueda de prensa que desde que los aliados empezaron con sus bombardeos hace una semana 114 personas han muerto y otras 445 han resultado heridas. Unas cifras en las que no ha precisado cuántos de ellos son civiles y cuantos militares.
En Ajdabiya, aviones franceses y británicos lanzaron ataques durante la mañana. El ataque francés tuvo como objetivo una batería de artillería de las fuerzas de Gadafi. El Ministerio de Defensa británico también informó que un Tornado disparó misiles durante la pasada noche a los vehículos militares gadafistas. Los ataques aliados no han impedido la respuesta de los leales a Gadafi, que están apostados rodeando la ciudad.
Durante la tarde, un corresponsal de Reuters a las afueras de Ajdabiya informó de que se escucharon tres explosiones seguidas de una gran columna de humo negro sobre la zona este de la ciudad. Las fuerzas de Gadafi han estado disparando artillería para contener el avance de los rebeldes, que se concentran en los alrededores de la ciudad para lanzar otra ofensiva que les asegure su control. Un intento similar fracasó esta semana, pero esta vez, la concentración de fuerzas es mayor y la coordinación, mejor. Según la cadena Al Yazira, citando a fuentes de los sublevados, los rebeldes habrían conseguido entrar en Ajdabiya capturando a muchos partidarios de Gadafi.
Recuperar Ajdabiya sería un gran triunfo para los opositores a Gadafi en el este, tras perder la ciudad hace dos semanas ante las mejores equipadas fuerzas del régimen que estuvieron a las puertas de Bengasi antes de que comenzara la intervención aliada.
Hay multitud de vehículos que cargan lanzagranadas y ametralladoras pesadas. Los rebeldes han informado de que han contactado con los leales a Gadafi para lograr su rendición, pero que estos la han rechazado. Desde las afueras, han disparado fuego artillero contra los gadafistas en el interior. Cuentan con que los bombardeos aliados hayan minado su capacidad de fuego y, sobre todo, su moral, por lo que cuentan con recuperar la ciudad "hoy o mañana" según Mustafa Gheriani, portavoz de los rebeldes en Bengasi.
Dura lucha por Misrata
La situación en Misrata mejoró este viernes tras los ataques aliados de ayer, pero el panorama aún no es favorable a los rebeldes que mantienen un control precario de la única ciudad del oeste en sus manos. Los tanques del dictador alcanzaron por la noche el centro de la ciudad y sus francotiradores tomaron posiciones. La coalición tiene especial cuidado al lanzar ataques sobre ciudades porque quiere minimizar al máximo las bajas civiles. "Los francotiradores están escondidos en algunos edificios. No sabemos cuántos quedan, los rebeldes han matado a 30 de ellos", ha declarado un portavoz rebelde a Reuters. Los insurrectos aseguran, además, haberse hecho con el puerto de la ciudad, imprescindible para recibir suministros. Mientras, los residentes están sin agua, luz o teléfono.
El régimen asegura que no está llevando a cabo ninguna operación ofensiva y dice que sus tropas solo se están defendiendo cuando son atacadas. Sin embargo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha asegurado esta noche que Gadafi no está cumpliendo lo exigido por las resoluciones de la ONU. El enviado especial de la ONU a Libia ha amenazado al régimen con "medidas adicionales" si persiste en su actitud.
Siguen, por otro lado, las discusiones sobre el alcance del papel de la OTAN en el conflicto. Acordado ayer que la Alianza se hará cargo de la imposición de la zona de exclusión aérea, además, del bloqueo naval para impedir la llegada de armas al régimen de Gadafi, aún queda el fleco de los ataques sobre suelo libio. Hoy, el ministro británico de Exteriores, ha expresado su convencimiento de que finalmente la organización se hará con el control total de las operaciones sobre Libia. "Tengo toda la expectativa de que habrá un mando de la OTAN sobre toda la operación, no sólo de la zona de exclusión o el embargo naval, así que estamos haciendo grandes progresos para acordar estas cosas entre los miembros de la OTAN", ha dicho William Hague.
Paralelamente, Francia y Reino Unido están preparando una iniciativa para resolver por la vía "política y diplomática" la crisis en Libia.
Visita a una granja en Trípoli
En Trípoli, blanco de los bombardeos aliados una noche más, el régimen ha llevado a los periodistas a una granja que, según la versión oficial, había sido atacada por los aliados. El dueño asegura que ha oído explosiones. Hay desperfectos pero no se ven señales de que haya habido explosiones. No hay ni olor, ni cráter. No sabemos lo que es, pero sabemos lo que no es. Hay muros con muchos disparos pero de balas de calibre pequeño. Los disparos han sido hechos desde el tejado de la casa. El dueño dice que la hija está en el hospital, herida por la onda expansiva. Frente a la casa, al lado de una palmera, hay un agujero pequeño con restos de metal de la cola de un misil, pero el agujero es pequeño y los alrededores no están quemados.
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