El Papa condena los "ídolos del poder y el dinero" en París
Benedicto XVI congrega a más de 200.000 fieles en la capital francesa
El Papa Benedicto XVI cerró ayer su primera visita a París con una misa en la explanada de los Inválidos. A la ceremonia asistieron más de 200.000 personas, según la diócesis, y numerosos miembros del Gobierno francés, entre ellos Rachida Dati, la ministra de Justicia, de religión musulmana. 1.500 curas, obispos y cardenales cooficiaron junto al Papa, que en la homilía llamó a los jóvenes a "rechazar los ídolos modernos del dinero, el poder, del tener e incluso del saber, para volver a la relación con Dios y buscar la verdadera felicidad".
A los jóvenes que se preguntan si tienen vocación, Ratzinger les dijo: "No tengáis miedo, de regalar vuestra a vida a Cristo". Según el Papa, la razón no entra nunca en contradicción real con la fe.
Antes de la misa, el Papa había acudido a visitar a los académicos del Instituto de Francia, para destacar la influencia de la cultura francesa en su recorrido intelectual, y por la tarde viajó en avión hasta Lourdes, donde le esperaba otra multitud de jóvenes, muchos de ellos llegados desde España, para festejar el 150º aniversario de las apariciones de la Virgen en una cueva del pueblo.
En el santuario de los Pirineos, el Papa visitó la gruta donde Bernadette Soubirous vio la imagen de María 18 veces distintas, y cumplió otras dos etapas del jubileo visitando la casa natal de la vidente y la pila donde fue bautizada. Ya por la noche, Benedicto XVI asistió a la procesión de las antorchas y pronunció una homilía en la que destacó el poder de Lourdes para las conversiones.
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