La OTAN repele un asalto de los talibanes a la capital afgana del opio
Ocho insurgentes mueren en otros choques con soldados españoles
Unos sesenta talibanes resultaron muertos ayer cuando soldados de la OTAN abortaron su intento de asalto a Lashkar Gah, la capital de la provincia de Helmand, al sur de Afganistán. Helmand es no sólo uno de los bastiones talibanes en el país, sino que también proporciona la mitad de la producción de opio afgano, cuyas amapolas generan el 90% de la heroína mundial.
"No estamos perdiendo la guerra", asegura el jefe de la fuerza internacional
A pocos kilómetros de la ciudad atacada, en el distrito de Nad-e Ali, tres días de enfrentamientos se cerraron con otros 40 rebeldes muertos. Ambos incidentes demuestran tanto la creciente audacia de esa milicia de extremistas islámicos como el empeño de las fuerzas internacionales, en esta región con militares británicos, por demostrar que no están perdiendo en Afganistán.
Los talibanes, varios cientos, pretendían atacar Lashkar Gah desde tres puntos distintos con misiles y otras armas pesadas, según Daud Ahmadi, el portavoz del gobernador provincial, informan las agencias de prensa. Pero fueron detectados cuando se agrupaban y repelidos. La batalla, que se inició a medianoche y se prolongó hasta primera hora de la mañana, requirió un bombardeo aéreo, según la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) que lidera la OTAN.
"Ha sido una operación de considerable envergadura", dijo el jefe de la ISAF, el general estadounidense David McKiernan, en conferencia de prensa. McKiernan evitó dar cifras concretas de bajas. "Un gran número de insurgentes han resultado muertos", afirmó.
En el segundo choque, fuerzas afganas y de la ISAF lograron recuperar el centro del distrito de Nad-e Ali, a unos 15 kilómetros al noroeste de Lashkar Gah, bajo control talibán. La operación, que ha desplazado a muchas familias de la zona y requirió apoyo aéreo, concluyó el sábado. Ahmadi dijo que los tres días de combates dejaron 40 talibanes muertos.
"No estamos perdiendo en Afganistán", insistió McKiernan a los periodistas. Aun así, concedió que hay "insuficientes fuerzas para proveer seguridad a los afganos de forma adecuada". Estadounidenses y británicos llevan meses pidiendo a sus aliados, incluida España, que amplíen los soldados desplegados en el país.
[Este fin de semana, soldados españoles y afganos repelieron dos ataques contra un convoy de ayuda humanitaria que escoltaban en la provincia de Badghis, zona de responsabilidad de las tropas de España, informa Efe. El primer incidente se produjo el sábado, cuando un convoy del Programa Mundial de Alimentos de la ONU fue atacado por insurgentes. Los soldados españoles y afganos respondieron y en el tiroteo murieron dos de los atacantes.
En la tarde de ayer, el convoy fue hostigado de nuevo por los talibanes. Los soldados españoles y afganos respondieron al tiempo que solicitaron apoyo aéreo a la ISAF, que envió aviones y helicópteros que dispararon a los atacantes y causaron al menos seis muertos. Según fuentes del Ministerio de Carme Chacón, ni los militares españoles ni los afganos sufrieron bajas en estos ataques].
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