La OTAN asume el mando de las operaciones en Libia
La Alianza Atlántica, que ya comandaba el embargo naval, acuerda en Bruselas ejecutar la zona de exclusión aérea - Erdogan se ofrece a mediar para conseguir un alto el fuego
La OTAN ha decidido asumir este domingo la dirección de toda la campaña militar contra el régimen libio de Muamar el Gadafi, incluidas las operaciones de ataque a tierra que puedan ser necesarias para cumplir el mandato de Naciones Unidas de proteger a la población civil de los ataques de los fuerzas de coronel. Antes de la decisión política de adoptar nuevas atribuciones, el general canadiense Charles Bouchard, que estará al mando de la operación, declaró que la recién asumida de exclusión aérea "se ejecutará con cuidado y precisión para evitar daños a la población".
"La OTAN ha decidido ejecutar todos los aspectos de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad para proteger a los civiles y a las áreas habitadas bajo amenaza de ataque del régimen de Gadafi", anunció al caer la noche una fuente aliada. El acuerdo remata el gradual despliegue de la operación Protector Unificado, que en un principio cubría sólo el embargo naval y en la noche del jueves fue extendida a la exclusión aérea en toda Libia, lo que supone que el Consejo Atlántico (NAC en sus siglas en inglés, el órgano ejecutivo de la Alianza) se hace responsable también de los futuros ataques a tierra. La dirección plena ejecutiva será asumida por el general Bouchard, en el cuartel general de la OTAN en Nápoles, en el momento en que estén perfilados todos los sistemas operativos.
Si la OTAN se reserva la dirección ejecutiva de la operación, queda por definir qué papel va jugar en el empeño libio el grupo de países formado en torno a Francia y Reino Unido, la coalición de voluntarios que hasta ahora ha estado llevando el grueso de la operación contra Gadafi. Medios aliados dan por hecho que el directorio que debe formarse el martes en Londres "ofrecerá directrices políticas en sentido amplio", pero que será la OTAN la que dirija en exclusiva lo que haya que hacer en lo militar. "Se escucharán sus indicaciones, pero el NAC decidirá",
La reunión de los embajadores se produjo mientras las fuerzas rebeldes logran sobre el terreno éxitos que hace escasos días parecían impensables. El ministro británico de Defensa, Liam Fox, tuvo que salir al paso de informaciones de la prensa de su país según las cuales la coalición está dispuesta a proporcionar medios a los antigadafistas. Fox aseguró en la BBC que la coalición internacional ni está entregando ni va a entregar armas a los alzados. "Según avanzan por la costa los rebeldes van controlando puntos de exportación de petróleo y si siguen avanzando hasta Ras Lanouf quiere decir que pronto estarán en condiciones de controlar las exportaciones petroleras libias", comentó en otro momento el ministro. "Eso creará una dinámica y un equilibrio muy diferentes en Libia".
Turquía se ofrece a mediar
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado al diario británico The Guardian que está dispuesto a mediar en el conflicto para conseguir un alto el fuego. Un conflicto prolongado, explica, podría convertir al país en un "segundo Irak" u "otro Afganistán", lo que podría tener efectos devastadores para Libia y los países de la OTAN que lideran la intervención militar.
Pendientes del directorio
Está por ver qué efectos puede tener sobre el régimen el golpe estratégico de perder el acceso al petróleo, pero podría acelerar las gestiones diplomáticas que la conferencia de Londres quiere catalizar. Nicolas Sarkozy mantiene que "la solución no puede ser sólo militar; será una solución política y diplomática". El presidente francés quiere presentar en Londres junto al primer ministro británico, David Cameron, un plan para salir de la crisis. Italia también tiene sus propias ideas sobre el futuro de Libia, paquete que intenta pactar con Alemania. Las reservas de Roma y Berlín ante la operación de acoso y derribo de Gadafi son el polo opuesto al activismo militar de París y Londres.
Roma, como el conjunto de la comunidad internacional, considera innegociable el abandono del poder por Gadafi y plantea un alto el fuego visado por Naciones Unidas, la apertura de un corredor de asistencia humanitaria y consultas con las principales tribus libias con vistas a que todas las partes afectadas elaboren un nueva constitución para el país.
El ministro de Exteriores sueco, Carl Bildt, comentó en el Brussels Forum, que cada primavera organiza en Bruselas el German Marshal Fund, que Libia y su crisis no son el centro de gravedad de la región. A su juicio, no hay que apartar los ojos de Bahréin, Siria y Argelia. "Esos son los verdaderos problemas a los que nos tendremos que enfrentar", pronosticó.
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