México y Argentina se reconcilian tras dos años de desencuentros políticos

Los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Argentina, Néstor Kirchner, pusieron fin ayer a una época de desencuentros con la firma de un acuerdo de asociación estratégica. La reconciliación tiene que ver con el acercamiento de México a Suramérica para recuperar protagonismo en la región, y con el interés argentino en rebajar su dependencia comercial de Brasil. La visita de Kirchner a México precede a la que hará dentro de seis días el presidente Lula da Silva, que permitirá una cumbre entre los dos gigantes que disputan el liderazgo de América Latina.

El reencuentro entre México y Argentina entierra "los años de teléfonos descompuestos", en palabras del embajador argentino Jorge Yoma, desde la Cumbre de las Américas de Mar del Plata de noviembre de 2005. En aquel cónclave se produjo un fuerte encontronazo por el apoyo abierto del ex presidente Vicente Fox a la iniciativa estadounidense del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), rechazada por Venezuela, Argentina y Brasil. Por otra parte, la especial relación de Kirchner con el presidente venezolano, Hugo Chávez -en malos términos con el Gobierno de México- tampoco ha ayudado a las relaciones.

El acuerdo de asociación estratégica que Calderón y Kirchner firmaron en el Palacio Nacional subraya "el grado de coincidencias en organismos internacionales y foros multilaterales". México y Argentina se comprometen a trabajar de manera coordinada en la reforma de la ONU, particularmente del Consejo de Seguridad. El pacto fortalecerá el diálogo en temas como democracia, derechos humanos, lucha contra el narcotráfico y asuntos nucleares. México y Argentina se proponen incrementar el intercambio comercial que hoy asciende a 1.880 millones de euros.

Kirchner viaja acompañado de su esposa, la candidata presidencial Cristina Fernández, que desempeñó un papel destacado en impulsar el acuerdo con México durante su visita de abril pasado. En la reunión que mantuvo con el presidente Calderón, la senadora Fernández le expresó el apoyo argentino a un eventual ingreso de México en el Mercosur, punto que despierta notables recelos en Brasil y entre los productores agrícolas mexicanos.

La búsqueda de una cooperación energética ocupará un lugar destacado en las conversaciones que mantendrán los dos mandatarios. Argentina tiene problemas de abastecimiento y necesita disminuir la dependencia de su vecino del Norte. Ya hubo una colaboración en el pasado cuando México participó en la construcción del gasoducto Loma de la Lata, en la provincia de Neuquén, a través de la empresa mexicana Protexas. La cuestión energética también estará en la agenda de las conversaciones que mantendrá la semana próxima el presidente Lula da Silva con su homólogo mexicano.

Mañana, último día de la visita oficial de Kirchner, habrá un almuerzo con cuatro de los grandes empresarios mexicanos, encabezados por Carlos Slim, segundo hombre más rico del mundo y rey de las telecomunicaciones, cuyos intereses económicos en Argentina van en aumento.

Durante el sexenio de Vicente Fox, México estuvo alejado de América Latina en lo político. Su sucesor ha expresado la voluntad de dar un giro a la política exterior en este ámbito. La mejora de las maltrechas relaciones con Venezuela y las visitas de Kirchner y Lula en una semana son señales de la vuelta de México al foro latinoamericano.