Medvédev critica la "hipocresía" del plan secreto de la OTAN en el Báltico
El presidente ruso quita hierro en Bruselas a las filtraciones sobre la Alianza
Estonia, Letonia y Lituania, tres miembros de la Unión Europea, desconfían tanto de Rusia como para pedir socorro a la OTAN, que se lo ofrece en secreto, precisamente para no molestar a Moscú, como revelan las filtraciones de Wikileaks. Esa desconfianza no repercutió, aparentemente, en la cumbre UE-Rusia celebrada ayer en Moscú. No se habló del caso en la reunión, y el propio presidente Dmitri Medvédev quitó hierro al asunto en privado. "Es una hipocresía", comentó sobre el contenido de la filtración. "Pero si ellos vieran los despachos de nuestros diplomáticos también se llevarían algunas sorpresas".
El propio José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, declaró que no se había hablado del asunto en la cumbre, en la que también participó Herman Van Rompuy en su calidad de presidente del Consejo Europeo. Los tres se hicieron lenguas sobre el nuevo clima en las relaciones entre Rusia y la UE, sobre la confianza que crece, sobre la atmósfera amistosa ya puesta de manifiesto en la cumbre del pasado mes de mayo en Rostov.
"Nosotros hemos hablado en nombre de los Veintisiete", insistió Barroso para incluir a los países bálticos en el clima. "Medvédev llega aquí procedente de Polonia, donde ha mejorado mucho la relación, y es un país de la zona".
Barroso acudió hace dos semanas a Lisboa, como invitado a la cumbre de la OTAN y para participar luego en la cumbre entre la Unión y Estados Unidos, y recordaba ayer "el espectacular resultado" del Consejo OTAN-Rusia en la capital portuguesa, donde el propio Medvédev aceptó analizar el plan aliado de crear un escudo antimisiles con vistas a participar en el plan.
Las cosas en su sitio
Una corresponsal rusa reveló que en un encuentro con la prensa de su país Medvédev no dio mayor importancia al plan secreto de la OTAN para los países bálticos. Más allá de calificar de "hipocresía" el hecho de decir en público una cosa y hacer a escondidas otra, el presidente puso las cosas en su sitio: "Si ellos vieran los despachos [confidenciales] de nuestros diplomáticos también se llevarían algunas sorpresas".
Desvelados los planes secretos de la OTAN de extender su protección a los países bálticos ?inquietos por la suerte corrida en 2008 por Georgia?, una portavoz de la Alianza explicaba ayer que solo de trataba de "adaptar los planes para proteger a todos los aliados".
La UE apoyó ayer las aspiraciones de Rusia a integrarse en al Organización Mundial de Comercio (OMC), y dio por hecho que, tras el aval de Washington, entrará en 2011 en el club dedicado a derribar las barreras comerciales en el mundo.
En Moscú, sin embargo, algunas voces mostraron ayer su "perplejidad" por las informaciones sobre las filtraciones de Wikileaks. "Estas publicaciones nos provocan muchas preguntas y nos causan perplejidad, especialmente tras el reciente comunicado conjunto entre la OTAN y Rusia en el que se dice claramente que la seguridad de ambas partes está interconectada y que los países miembros del consejo Rusia-OTAN se abstendrán de amenazar con el uso de la fuerza o de utilizar la fuerza los unos contra los otros", dijo a la agencia Interfax una fuente en el Ministerio de Exteriores ruso.
La misma fuente agregó que Rusia no solo no incrementa su presencia militar en la frontera de los países bálticos y de Polonia, sino que, al contrario, reduce el armamento pesado en el enclave de Kaliningrado y el potencial bélico en las fronteras occidentales rusas. Subrayó, además, que Rusia "nunca ha comprendido" la necesidad de las patrullas aéreas de la OTAN en los países del Báltico.
Rodear y desmembrar
Una fuente militar citada por la misma agencia era de otra opinión y afirmaba que, para Moscú, no era un secreto que hace varios años los líderes de EE UU y la OTAN elaboraron un documento para combatir a Rusia en la región del Báltico: "El concepto y las operaciones estratégicas concretas, tales como rodear, desmembrar y destruir a las fuerzas de Kaliningrado fueron elaboradas por la OTAN hace cinco o seis años".
Por su parte, el vicedirector del Instituto de Análisis Político Militar, Alexandr Jramchijin, consideró que los planes de la OTAN para defender Polonia y el Báltico de un posible ataque ruso pudieron ser una reacción de la Alianza a la guerra de cinco días entre Rusia y Georgia en agosto de 2008. Pero Jramchijin opina que, después de la cumbre de Lisboa entre la OTAN y Rusa, esos planes han quedado "obsoletos" y la información sobre ellos resulta "un anacronismo".
El general Leonid Ivachov, presidente de la Academia de Problemas Geopolíticos, calificó a su vez de simple "camuflaje" la renovación de las relaciones entre la OTAN y Rusia, incluidos los planes para hacer un escudo antimisiles conjuntos. Todo este acercamiento formal no ha influido, según dijo, en los verdaderos planes de la Alianza en relación a Rusia.
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