Japón revela otra fuga radiactiva en la central nuclear dañada por un terremoto
La Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón detectó ayer una nueva fuga radiactiva en el sistema de ventilación de la central nuclear dañada el lunes por un terremoto de magnitud 6,8. En el filtro de uno de los siete reactores de la planta atómica de Kashiwazaki-Kariwa, la mayor del mundo por su potencia, se ha descubierto yodina radiactiva. Las cantidades de este contaminante vertidas a la atmósfera son mínimas y proceden del sistema de ventilación de la combustión de gases del reactor más dañado de la central.
La agencia aseguró que esta nueva fuga no ha supuesto una amenaza al medio ambiente ni a la salud pública, pero el Gobierno insistió ayer en que la planta permanecerá cerrada hasta que se revisen todos los sistemas de seguridad de ésta. Según la agencia de noticias Kyodo, la reparación y puesta al día de la central podría durar hasta 2010.
Kashiwazaki-Kariwa fue cerrada "indefinidamente" el miércoles después de detectarse más de 50 fallos y roturas en las instalaciones que el terremoto convirtió en "un caos", según declaró el presidente de la Empresa de Electricidad de Tokio (Tepco), Tsunehisa Katsumata, tras visitar la central.
La planta producía el 12% del consumo eléctrico de Tokio, por lo que Tepco teme que, en medio de los calores del verano, puedan producirse apagones y ha ordenado al resto de las centrales que gestiona que liberen toda la energía eléctrica de sus reservas. Además, ha pedido a los japoneses que traten de ahorrar al máximo el consumo eléctrico.
El terremoto causó 10 muertos, cerca de 1.000 heridos y dejó sin hogar a más de 10.000 personas, que permanecen en centros de acogida.
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