Italia pone en alerta máxima todas sus bases militares
El ministro de Exteriores italiano Franco Frattini apela a la soberanía nacional - Silvio Berlusconi condena la violencia y califica de "inaceptable" la represión ejercida por el Ejército a la población civil libia
El ministerio de Defensa italiano ha puesto en estado de alerta máxima todas las bases militares del país, tras conocer la situación de violencia y confusión que vive Libia y el aterrizaje de dos cazas libios en Malta. Sicilia y Apulia, al sur del país, fueron las primeras en hacerlo, siendo el área más sensible, ya que es desde donde se interceptan los aviones que entran sin permiso en el espacio aéreo italiano.
Un opositor al régimen de Gadafi, exilado en Suiza, ha declarado a la agencia Ansa que según sus informaciones, todo el territorio libio está en manos de la oposición, salvo Trípoli, la capital, y Sirte, al sur del país, localidad natal del mandatario.
Además, la revuelta popular en Libia ha puesto al Gobierno italiano, país que es socio prioritario del régimen del coronel Gadafi desde hace dos años y viejo líder colonial de la nación africana, en una posición indefendible tanto en casa como en la Unión Europea.
La oposición se ha indignado por el silencio que ha mantenido hoy el Gobierno de Berlusconi ante la represión brutal de las protestas en Trípoli y Bengasi y ha pedido la inmediata presencia en el Parlamento del ministro de Exteriores, Franco Frattini. Mientras tanto, la petrolera ENI y la empresa de equipamientos militares Finmeccanica han iniciado la repatriación de su personal no operativo.
No ha sido hasta esta tarde cuando el primer ministro Silvio Berlusconi ha condenado la violencia de las Fuerzas Armadas libias contra los civiles y ha considerado de "inaceptable" la represión por parte del Ejército, según el comunicado emitido por el Gobierno. El mandatario también ha pedido a la comunidad internacional y a la Unión Europea que se comprometa a interceder para que la situación no acabe en una guerra civil, "como parece que previsiblemente ocurra", prosigue el comunicado.
El sábado, ante las primeras señales de las protestas, Silvio Berlusconi explicó que no había llamado a su amigo Gadafi porque no quería "molestarlo" mientras la situación estaba en curso, y añadió que le preocupaba que los acontecimientos puedan desembocar en una crisis migratoria.
Hoy, pese al agravamiento de la situación, Franco Frattini continuaba considerando prioritaria la política de la no injerencia en los asuntos internos del país, y ha tratado de suavizar el texto conjunto de los ministros de exteriores de la Unión Europea. Según fuentes comunitarias citadas por La Repubblica, Italia ha presionado para que se incluyera una referencia a la necesidad de que Libia mantenga la integridad territorial.
Según ha explicado Frattini al llegar al consejo europeo de ministros de Exteriores de los 27, "si Libia se parte por la mitad, entre Trípoli y la Cirenaica, podría nacer un emirato islámico en Bengasi, al Este de Libia, lo que sería muy peligroso para Europa".
Además, según Frattini, "Europa no puede imponer su modelo de democracia a Libia, porque eso no respetaría la soberanía y la independencia de los pueblos".
La retórica trata de esconder la preocupación general por el problema de la inmigración, que Libia controla desde hace dos años a medias con Italia incumpliendo la legislación sobre el asilo político. Los negocios de energía que Italia mantiene con el régimen del coronel Gadafi (aunque también Alemania, España y Francia importan petróleo libio, y sobre todo gas) son el segundo factor que invita a la prudencia europea.
En todo caso, la relación más privilegiada con Libia la tiene Italia. Los intercambios incluyen una gran participación de la petrolera ENI en el negocio de la energía, pero además, Libia tiene el 7,5% del mayor banco italiano Unicredit y el mismo porcentaje del equipo de fútbol de la Juventus. A su vez, posee más de un 2% en la compañía aeroespacial Finmeccanica. Las dos principales constructoras italianas, Impregilo y Astaldi, tienen un proyecto de 5.000 millones de euros para construir una autopista en el país. Todas estas compañías han sufrido hoy enormes pérdidas en bolsa: ENI, un 5,12%; Unicredit, el 5,75%; Impregilo 6,17% y Astaldi, el 4,39%.
Tras el consejo, Frattini ha explicado que Italia "deplora y condena la represión en curso y la muerte de civiles", y luego ha puntualizado: "La Unión Europea no ha dicho nunca quién se debe ir o quién debe quedarse, no lo hizo con Mubarak y no lo hará ahora porque el espíritu es respetar la autonomía nacional".
El líder de la oposición, Pierluigi Bersani, ha clamado contra la actuación de su Gobierno y ha explicado: "El Ejecutivo Berlusconi calla porque no puede hablar; se ha comprometido de una forma increíble destrozando nuestra dignidad con el régimen". Bersani ha achacado la situación a "las relaciones personalistas" de Berlusconi con "dictadores y líderes autoritarios", y ha anunciado para mañana una manifestación de repulsa.
Mientras tanto, el presidente de la Cámara, Gianfranco Fini, ha ido bastante más lejos que su Gobierno y ha enviado una carta a su homólogo libio en la que pide que "cese inmediatamente la violencia y la dura represión de la población civil".
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