Israelíes y palestinos, el corazón de un conflicto
Las claves principales de una enconada disputa
La Autoridad Palestina ha formalizado hoy una petición histórica ante Naciones Unidas para que los territorios sean reconocidos como el Estado 194. El estatus de Jerusalén, las líneas fronterizas, el regreso de los refugiados, el agua, y los asentamientos judíos son los enquistados puntos de fricción entre Israel y la ANP. Los palestinos insisten en que este paso no socava las opciones de negociación, sino que al contrario, refuerza las oportunidades de resolver un conflicto que tiene estos temas como fuente principal de discordia:
* DOS ESTADOS: Los israelíes y palestinos han respaldado la solución de dos Estados, que ha sido el centro de los esfuerzos de Estados Unidos para un acuerdo amplio de paz. Según el presidente estadounidense, Barack Obama, las fronteras de cualquier futuro Estado palestino deben estar basadas en los límites definidos antes de la Guerra de 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania, la franja de Gaza y Jerusalén Este. Esta propuesta ha recibido el rechazo del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha insistido en que un Estado palestino debe ser desmilitarizado para así no representar una amenaza para Israel. También exige que los palestinos deben reconocer a Israel como Estado judío. Los palestinos afirman que cualquier negociación futura debe enfocarse en los límites de 1967 y rechazan reconocer al Estado de Israel, ante el temor de que esto pueda excluir el regreso de los refugiados.
Las discusiones sobre la creación de un Estado palestino se han visto dificultadas por el hecho de que Gaza y Cisjordania están gobernadas por partidos enemigos. Hamas, que gobierna Gaza, denuncia la idea de negociaciones directas con Israel y rechaza reconocer su existencia. Afirma que la apelación de Abbas a Naciones Unidas es una pérdida de tiempo.
* JERUSALÉN. La ciudad, considerada santa, tiene un significado histórico para judíos, cristianos y musulmanes. Hasta ahora, ha sido el asunto en el que menos progresos se han hecho durante los anteriores acuerdos de paz. Los palestinos reclaman la zona oriental de la ciudad como la capital del Estado que intentan crear con Cisjordania y la franja de Gaza y ofrecen a cambio a los israelíes el acceso a los lugares santos judíos que se encuentran en ella.
Israel pretende mantener el control sobre la parte este que ocupó el 5 de junio de 1967 y que se anexionó pocas semanas más tarde durante la Guerra de los Seis Días, lo que fue rechazado por la comunidad internacional. El primer ministro Benjamín Netanyahu sostiene que Jerusalén seguirá siendo "la capital eterna e indivisible de Israel", aunque sus reclamos sobre Jerusalén Este aún no están reconocidos internacionalmente.
* LAS FRONTERAS. Los israelíes consideran innegociable regresar a las fronteras anteriores a 1967 y devolver los territorios que ocuparon entonces en la franja de Gaza y Cisjordania. De hecho, a lo largo de los años los asentamientos se han expandido de esos territorios hasta dejar una tierra palestina discontinua. Los palestinos, por su parte, exigen el cumplimiento de la resolución 242 de la ONU, que reclama la retirada de Israel de los territorios que ocupó durante la Guerra de los Seis Días. La última propuesta israelí data de mayo de 2008 y propone la devolución del 91,5% de Cisjordania, para que junto a Gaza, los palestinos creen su Estado. Sin embargo, los palestinos sólo estarían dispuestos a aceptar la devolución de al menos el 97% del territorio.
* REFUGIADOS. Hay cuatro millones de refugiados palestinos, muchos de los cuales viven en campos de Cisjordania, Gaza, Líbano, Siria y Jordania. El forzado éxodo se inició en 1948, con la declaración del Estado de Israel, y continuó tras la Guerra de los Seis Días. La ANP exige a Israel que aplique la resolución 194 de Naciones Unidas, que señala que los refugiados y sus miles de descendientes tienen derecho a regresar a sus casas, ahora en territorio de Israel y muchas de ellas derruidas, o a recibir una compensación económica en el caso de que no deseen volver. Israel se niega al regreso de un número tan elevado de personas, por motivos demográficos y sostiene que cualquier reasentamiento de palestinos debe ocurrir fuera de sus fronteras.
* ASENTAMIENTOS JUDÍOS. En los más de 150 asentamientos levantados desde la ocupación de Cisjordania y la franja de Gaza por Israel en la guerra de 1967, considerados ilegales por la ANP y por la comunidad internacional, residen actualmente unos 230.000 israelíes frente a 3,4 millones de palestinos. En 2003 la construcción de nuevas viviendas en Gaza y Cisjordania aumentó en un 35% y disminuyó dentro del territorio de Israel, según la Oficina de Estadísticas. Los palestinos creen que estos asentamientos son ilegales y reclaman su retirada, aunque no se oponen a que vivan israelíes bajo soberanía palestina.
En enero de 2005 se puso en marcha el llamado Plan de Desconexión propuesto por el primer ministro israelí, Ariel Sharon y que fue refrendado en el Parlamento por amplia mayoría meses antes. El plan preveía la evacuación no negociada, a partir de julio de 2005, de 21 asentamientos de Gaza y el desmantelamiento de otros cuatro de un total de 120, de Cisjordania. Esta iniciativa de Sharon despertó enérgicas protestas entre los colonos de la derecha nacionalista.
Los últimos datos de 2008 indican que Israel pretende quedarse con los bloques de asentamientos que se han construido en las últimas décadas a cambio de terreno israelí y espacio para construir una carretera que comunique Cisjordania con Gaza. La ampliación de los asentamientos se ha alentado durante el Gobierno del actual primer ministro Netanyahu, y es la principal razón de que las negociaciones alentadas por el presidente estadounidense, Barack Obama, no hayan llegado a puerto. Desde finales de 2010, Israel ha aprobado la construcción de cientos de nuevas viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este, a pesar de la protesta internacional.
* AGUA. El reparto del agua es un tema muy delicado y enconado en un entorno desértico. El 80% de los recursos hídricos son controlados por los israelíes, que abastecen a los hogares palestinos con las cantidades estipuladas en anteriores acuerdos de paz, pero éstos lo consideran insuficiente (22 galones por día frente a los 70 que utilizan los israelíes, según la ANP) y exigen más.
* EL VALLE DEL JORDÁN. Israel quiere que se mantenga como su frontera de seguridad por el momento, aunque podría estar dispuesta a reducir la presencia de fuerzas en el futuro siempre que quede garantizada la seguridad de su estado.
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