Israel pierde a su mejor aliado en el mundo islámico
Ankara retira a su embajador y suspende las maniobras militares conjuntas con el ejército israelí
Los enemigos de mis enemigos son mis amigos. Bajo esta máxima Turquía e Israel emprendieron desde los años ochenta una entente cordiale de cooperación en materia de seguridad bendecida por el aliado común: Estados Unidos. Ambos estaban enfrentados a Siria, que entonces daba refugio a la guerrilla separatista kurda del PKK y a la dirección en el exilio del movimiento islámico palestino Hamás. Los generales turcos, guardianes últimos del poder, encontraron de paso al mejor de los socios para modernizar sus Fuerzas Armadas. Y la aviación de combate israelí, el mayor campo de maniobras de la región: la península de Anatolia.
A pesar de sufrir altibajos cada vez más intensos, la privilegiada relación turco-israelí ha sobrevivido durante casi tres décadas. Pero la interceptación de la flotilla humanitaria internacional, aunque mayoritariamente integrada por buques y activistas turcos, que se dirigía hacia Gaza parece marcar ya un punto final.
Miles de manifestantes protestan en Estambul contra la interceptación de la flotilla humanitaria
Precisamente con la intervención militar israelí en Gaza de diciembre de 2008 a enero de 2009 se inició el alejamiento del Gobierno turco de la estrategia de cooperación militar con Israel. El primer ministro Recep Tayyip Erdogan, un islamista moderado que había mediado diplomáticamente entre Israel y Siria, alzó su voz poco después en el Foro Económico Internacional de Davos para condenar, ante el mismo presidente del Estado hebreo, Simon Peres, la muerte de civiles desarmados. El viceministro de Exteriores israelí acabó de agriar la situación al humillar al embajador de Ankara, en presencia de las cámaras de televisión, al obligarle a sentarse en una silla desproporcionadamente baja.
La operación de "comandos" contra la flotilla humanitaria ha desencadenado en pocas horas una reacción en cadena en Turquía. "Una vez más, Israel muestra claramente que no valora la vida humana ni las iniciativas pacíficas al atacar a civiles inocentes. Esta interceptación inhumana tendrá irreparables consecuencias en nuestra relaciones", advertía a primera hora de la mañana un nada "diplomático" comunicado oficial del Ministerio de Exteriores turco.
El Gobierno de Ankara retiró poco después a su embajador en Israel y canceló las tres maniobras militares conjuntas que estaban programadas. Erdogan suspendió su gira oficial por América Latina y reclamó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. Hasta el jefe del Estado Mayor del Ejército turco regresó a toda prisa desde Egipto. Decenas de miles de manifestantes quemaban banderas con la estrella de David en la plaza de Takism de Estambul mientras la policía turca contenía a los radicales que querían irrumpir en la sede del consulado. Esto parece el final de una hermosa amistad.
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