Israel concluye que el asalto a la flotilla de Gaza fue legal
La comisión investigadora dice que los soldados mataron en legítima defensa
El asalto al buque Mavi Mármara fue legal y los soldados israelíes mataron a nueve civiles turcos "en legítima defensa" durante el abordaje. Esas son las conclusiones fundamentales del informe emitido ayer por la Comisión Turkel, formada por el Gobierno de Israel para investigar la violenta interceptación de la llamada flotilla de la libertad, que el pasado 31 de mayo intentó romper el bloqueo y llegar a Gaza.
Nadie esperaba que la comisión culpara al Gobierno o al Ejército de Israel, pero no se esperaba tampoco una absolución tan rotunda, firmada por sus cinco miembros oficiales, juristas israelíes encabezados por el ex magistrado del Supremo Jacob Turkel, y por dos observadores internacionales, David Trimble, ex primer ministro norirlandés y premio Nobel de la Paz, y Ken Watkin, general del cuerpo jurídico del Ejército canadiense.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se declaró "pasmado" al conocer las conclusiones y declaró que el informe de la comisión israelí carecía de "valor o credibilidad". El Gobierno turco, que copatrocinó el viaje de la flotilla, ya investigó por su cuenta el asunto y concluyó que Israel había violado las leyes internacionales.
Según la Comisión Turkel, los soldados israelíes que realizaron el abordaje "actuaron profesionalmente y con gran presencia de ánimo dada la extrema violencia que no habían esperado". La comisión considera que "la profesionalidad de los soldados se hizo evidente por el hecho de que sustituyeran sus armas letales por opciones menos letales, y viceversa, con el fin de dar una respuesta adecuada a la naturaleza de la violencia que en cada momento se dirigía contra ellos".
Los investigadores nombrados por el Gobierno también respaldan al mismo en un hecho fundamental: afirman que el abordaje, realizado en aguas internacionales, fue legítimo porque al intentar romper el bloqueo la flotilla "se había convertido en un objetivo de guerra". En realidad, la comisión culpa directamente a los activistas a bordo del Mavi Mármara de una resistencia "planeada y extremadamente violenta" e indica que unas 100 personas, entre las 600 que viajaban en la nave, no debían ser considerados civiles ni ser tratados como tales, sino como "participantes directos en las hostilidades".
En cuanto al propio bloqueo impuesto sobre Gaza desde hace tres años y medio, la comisión lo considera acorde con la legislación internacional y dice que no existe evidencia de que se vulneren los derechos humanos de los palestinos de la Franja. En el informe, de casi 300 páginas, se afirma que los habitantes de Gaza no padecen hambre sino "falta de estabilidad nutricional" y que su principal problema no es la carencia de comida, sino la carencia de dinero para adquirirla.
El informe de la Comisión Turkel será enviado a Naciones Unidas, para ser añadido a la investigación abierta por la secretaría general de la organización.
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