Islamabad admite por vez primera que los atentados en Bombay se planearon en Pakistán
Un alto cargo del Ministerio del Interior dice que dinero procedente de España e Italia financió el ataque, del que Delhi siempre ha culpado a elementos paquistaníes
El Gobierno paquistaní ha admitido hoy, por primera vez, que los ataques terroristas perpetrados en noviembre pasado en Bombay , la capital económica india, fueron planeados en Pakistán, al menos en parte. Desde que se produjeron los atentados, que costaron la vida a 179 personas, Delhi ha sostenido que fueron obra de elementos adiestrados y procedentes de Pakistán, con la participación de los servicios secretos paquistaníes, elevando la tensión entre dos vecinos con capacidad nuclear que ya han mantenido tres guerras desde 1947.
Hasta ahora, Islamabad sólo había admitido que el único superviviente de los 10 terroristas que perpetraron los ataques era paquistaní. Hoy, en rueda de prensa Rehman Malik, ministro del Interior y consejero del primer ministro paquistaní, ha ido más lejos: "Parte de la conspiración [de los atentados de Bombay] tuvo lugar en Pakistán. Hemos abierto diligencias sobre el caso", el primer paso para un proceso judicial, contra ocho personas. Malik ha explicado que seis de esos sospechosos por su relación con los atentados están detenidos y dos están en paradero desconocido. "Los atacantes salieron de Karachi en un barco alquilado en la provincia de Baluchistán. Un correo electrónico de reivindicación de los atentados fue enviado por Zarrar Shah, perteneciente a Lashkar e Toiba", ha dicho Malik.
No ha dado detalles de cuándo fueron arrestados estos sospechosos ni dónde. Pakistán comenzó en diciembre una campaña contra grupos extremistas que se ha saldado con decenas de arrestos. El objetivo principal fue Lashkar e Toiba, un grupo islamista al que se liga con Al Qaeda. De hecho, según ha explicado Malik, dos de los detenidos pertenecen a este grupo. Uno es Zarrar Shah, arrestado en diciembre en un campo de la organización en la Cachemira paquistaní. El otro es Taj Mahal y el Trident- el pasado 26 de noviembre, el Gobierno de Nueva Delhi ha acusado de los ataques a elementos paquistaníes. La tensión entre los dos países, ambos potencias nucleares, creció una vez más, la enésima entre dos países que han sostenido tres guerras desde la independencia de Pakistán en 1947, por la región fronteriza de Cachemira.
India pedía a Pakistán mayor presión sobre los grupos islamistas que opera en su suelo, en especial Laskhkar e Toiba, un grupo al que se vincula con Al Qaeda. Tras los atentados, Delhi ha pedido la extradición de los responsables de este grupo y ha enviado un dossier de su investigación de los atentados al país vecino, que dice que incluye pruebas fehacientes de que efectivamente fue planeado en Pakistán. El mes pasado, Pakistán llevó a cabo una redada contra grupos supuestamente relacionados con los atentados y se cerraron escuelas gestionadas por una organización humanitaria vinculada a Lashkar e Toiba.
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