Haití lucha contra reloj para frenar la epidemia de cólera

Con los primeros casos confirmados de cólera en la capital de Haití, las autoridades del país caribeño temen que los afectados acaben contándose por decenas de miles. Si la enfermedad se contagia a los campamentos de refugiados a las afueras de Puerto Príncipe, donde se hacinan más de un millón y medio de personas damnificadas por el terremoto del pasado enero, las cifras de muertos amenazan con ser dramáticas. "Hemos confirmado cinco casos en Puerto Príncipe que han sido rápidamente diagnosticados y aislados", informó ayer la portavoz de la ONU para asuntos humanitarios, Imogen Wall.

El brote de la enfermedad -que se transmite a través del agua y de alimentos contaminados y ocasiona diarrea y deshidratación severa- tiene el epicentro en Saint-Marc, en la región de Artibonite, unos 90 kilómetros al norte de la capital. Hasta el momento se habla de más de 250 muertos y más de 2.500 personas hospitalizadas. Informes aportados por la organización humanitaria estadounidense Operation Blessing International, y recogidos por la agencia Reuters, dibujan "un panorama de terror" en el principial hospital de Saint-Marc. "En el patio del centro había filas de pacientes con suero intravenoso; los enfermos estaban tirados en el suelo mojado por la lluvia y acostados sobre sábanas cubiertas de sus propias heces". La región del brote de la enfermedad es la zona agrícola central haitiana, que ha albergado a decenas de miles de sobrevivientes del terremoto en el que murieron cerca de 300.000 personas.

La enfermedad ya ha causado más de 250 muertos y hay 2.500 infectados

Se intenta evitar el contagio masivo entre los refugiados del terremoto

Los trabajadores humanitarios se muestran pesimistas a la hora de poder contener la enfermedad debido a las pésimas condiciones que sufre el país, uno de los más pobres del mundo y reducido a ruinas tras el terremoto de principios de año. Tanto las autoridades como las agencias de ayuda internacional llevan meses tratando de luchar contra enfermedades provocadas por la falta o insalubridad del agua. Pero en ningún caso habían contado con el peor de los escenarios: el cólera, cuya última aparición en Haití data de hace 50 años. Cada año se producen en el mundo entre tres y cinco millones de casos de cólera que acaban en más de 100.000 muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este año, los países que han registrado casos de esa enfermedad han sido Camerún, Chad, Níger, Nigeria, Pakistán, Papúa Nueva Guinea y Zambia.

Haití planea llevar a cabo elecciones presidenciales y legislativas el próximo 28 de noviembre, pero es una incógnita cómo el brote de cólera afectará a su planificación y desarrollo, aunque el pronóstico no es nada halagüeño. De momento, el ministro haitiano de Salud, Alex Larsen, pidió a los candidatos que suspendan los actos públicos en las áreas afectadas por la enfermedad.

El presidente del país, René Préval, había confirmado que el cólera era la causa de los casos de diarrea aguda que colapsaron los hospitales en el centro de Haití en los últimos días, donde ingresaron pacientes debilitados y deshidratados. Muchas de las víctimas murieron en cuestión de horas. "Esta enfermedad es muy peligrosa", dijo el ministro de Salud. "Puede matar en tres horas porque una vez que la diarrea comienza es muy difícil atajarla" con condiciones tan precarias, concluyó Larsen.

La Secretaría de Estado de Cooperación Española presidirá hoy una reunión con las agencias humanitarias y ONG con presencia en Haití para coordinar las actuaciones del sistema de cooperación español. La Oficina de Acción Humanitaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) movilizó 100.000 euros el viernes para financiar a un equipo de expertos que han podido confirmar el diagnóstico y la existencia de la epidemia. Asimismo ha realizado un primer envío de emergencia de medicamentos específicos (sueros de rehidrata-ción) y expertos en agua, saneamiento, potabilización e información sobre prácticas seguras en higiene.