La Franja de Gaza, al borde de la asfixia, según la ONU
Desde mitad de junio Israel y Egipto tan sólo permiten la entrada de ayuda humanitaria
"Gaza corre el riesgo de convertirse en una comunidad 100% dependiente de la ayuda internacional, aislada y encerrada en ella misma si continua el bloqueo fronterizo". Con estas palabras el subcomisario de la Agencia de la ONU para el Socorro a los Refugiados Palestinos (UNRWA), Filippo Grandi, ha resumido hoy la situación desesperada en la que se encuentra la Franja. Grandi considera que este territorio muy pronto estará amenazado por una auténtica implosión económica si los países limítrofes no abren sus fronteras. Desde mediados de junio Israel y Egipto sólo permiten el paso de ayuda humanitaria como medida de presión contra Hamás.
El subcomisario de la UNRWA ha pedido "a las autoridades palestinas, a Israel y a las demás partes implicadas" que "den inmediatamente los pasos necesarios" para reabrir el paso comercial de Karni, en la frontera con Israel, que permanece cerrado desde que Hamás se hiciese con el control de la franja el pasado 14 de junio.
La apertura de este paso a "importaciones, exportaciones y bienes humanitarios" es "lo único que permitiría sobrevivir a lo poco que queda de la economía de Gaza", ha subrayado Grandi, que recoge las demandas de diversas ONG y organizaciones internacionales.
Crisis económica en todos los sectores
Para los 1,4 millones de residentes en la Franja, las consecuencias económicas están siendo dramáticas. Las pérdidas económicas en la industria se sitúa entorno a los 17 millones de euros desde junio, según datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de los Asuntos humanitarios (OCHA). Todos los sectores económicos se están viendo afectados, aunque especialmente aquellos que dependen de las importaciones de materias primas, como la industria de la madera, la construcción o el textil.
La asociación de hombres de negocios palestinos ha revelado que al menos 120.000 personas corren el riesgo de perder su trabajo. Hace dos semanas, la Federación de industrias palestinas informó del despido de 70.000 de los 120.000 asalariados del sector privado en el territorio. Con este dato, la tasa oficial de paro sube por encima del 40%.
Desde la UNRWA se destaca que se han visto obligados a "detener todos los proyectos de construcción", por valor de unos 67 millones de euros, porque no han podido "importar suficientes materiales de construcción".
El fantasma del extremismo
Grandi ha pedido a los líderes políticos en Gaza, Ramala, sede del Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), e Israel que "reconsideren los resultados de sus decisiones" dada la "situación humanitaria, que se está deteriorando gravemente". "Las consecuencias de no hacerlo serán desastrosas", ha concluido Grandi, ya que se desarrollaría "una atmósfera de desesperación y desesperanza en la que resultaría fácil que arraigue el extremismo".
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