_
_
_
_

Un Estado con antecedentes

Es una gran afrenta para un político estadounidense el acusarle de proceder de la vieja y corrupta maquinaria política de Chicago. Desde los años de la ley seca y el gangsterismo, la principal ciudad del Estado de Illinois no se ha podido limpiar la imagen de nido de sospechosas connivencias y lugar donde los sobornos son transacción diaria.

En 1988, el FBI tuvo que desplazarse a la ciudad para investigar acusaciones de fraude por parte de una red compuesta por 17 jueces locales, 48 abogados, ocho agentes de policía y un congresista. En total, 87 personas se declararon culpables de haber aceptado sobornos para exculpar a personas sospechosas de crímenes como compra de votos, coerción política, obstrucción a la justicia y narcotráfico.

Más información
Detenido el gobernador de Illinois por vender el escaño de Obama en el Senado

Otro gobernador de Illinois, Otto Kerner, acabó en la cárcel en 1973. La empresaria Marge Lindheimer Everett reveló que había sobornado a Kerner para obtener dos salidas de autovía en los dos circuitos de carreras que regentaba en los suburbios de Chicago. Y lo hizo involuntariamente. Se descontó el soborno de su declaración de impuestos al pensar que era un procedimiento normal y necesario en la política de Illinois. Así fue como el Gobierno federal tomó cartas en el asunto.

En 1980, el entonces fiscal general de Illinois, William Scott, fue condenado a prisión por haber mentido en su declaración de hacienda. Dan Rostenkowski, representante por Illinois en Washington, tuvo que dimitir en 1994 y pasó 15 meses en la cárcel por fraude contra el Estado: compró regalos con fondos del Congreso y cambiaba sellos de correos que recibía para usar en su oficina por dinero en metálico en la oficina de correos del Capitolio.

Finalmente, en 2002 el anterior gobernador de Illinois, el republicano George Ryan, fue condenado a seis años y medio de cárcel por diversos casos de corrupción.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_