EE UU lanza una ofensiva contra tres bastiones de la insurgencia de Irak
Tropas estadounidenses entran en Samarra y bombardean Faluya por tercer día consecutivo
Un día después de que el Pentágono admitiera la pérdida de varias ciudades en el triángulo suní, el Ejército de EE UU entró sin aparentes dificultades en Samarra, unos 150 kilómetros al norte de Bagdad; bombardeó por tercer día consecutivo Faluya, al oeste de la capital, y lanzó una ofensiva para recuperar Talafar, cerca de la frontera siria, donde, según los norteamericanos, se atrinchera un numeroso grupo de insurgentes. Cuarenta y cinco muertos y 80 heridos fue el resultado de los combates, según informaron fuentes hospitalarias de Talafar, 400 kilómetros al norte de Bagdad.
El bombardeo desde tierra y aire de Talafar duró siete horas. Fue muy intenso, según los testigos. Las autoridades locales sostienen que la mayoría de los muertos son insurgentes, pero en el hospital de esta localidad, habitada en su mayoría por turcomanos chiíes y alejada del triángulo suní, aseguran que muchos son civiles. Estados Unidos afirma que el grupo de rebeldes, cuyo número ignora y que califica de "terroristas", mantiene aterrorizada a la población del lugar, utilizándola de hecho como escudos humanos para hostigar con lanzagranadas, morteros y Kaláshnikov al Ejército iraquí y a las fuerzas multinacionales (nuevo nombre oficial de las fuerzas de ocupación desde el 28 de junio). No hay parte oficial de bajas entre los norteamericanos. Sólo se sabe que un helicóptero fue ayer derribado y que sus dos pilotos resultaron heridos. Estados Unidos mantiene que los rebeldes se han infiltrado en Irak a través de la frontera de Siria, que dista unos 100 kilómetros.
Desde el sábado, cuando se inició esta operación, han perdido la vida 80 personas. Ayer hubo combates en dos de sus barrios y varias fuentes dijeron que había cuerpos tirados en el suelo sin que nadie los recogiera. La virulencia de la lucha fue tal que las ambulancias civiles no pudieron acceder al interior de la ciudad para recoger a los heridos y retirar los cadáveres, según denunció Rabee Yasin, responsable de Salud en la provincia de Nínive. El miércoles, los norteamericanos detuvieron la ofensiva sin motivo aparente, lo que llevó a muchos habitantes a regresar a sus casas pensando que todo había terminado, por lo que ayer se vieron atrapados otra vez en medio de la batalla.
Varios periódicos bagdadíes informaron en sus ediciones de ayer de un inminente "ataque decisivo" de las fuerzas multinacionales y del Ejército iraquí contra Faluya, cuna de la insurgencia, y de que la ciudad -dirigida, de hecho, por un consejo de muyahidin- se preparaba para una defensa numantina de sus calles. Ayer, por tercer día consecutivo, aviones estadounidenses lanzaron misiles, esta vez sobre el barrio de Ameriya al Faluya, al norte, cuando los datos de espionaje disponibles indican que los combatientes extranjeros suelen esconderse en el distrito de Julan.
Fue un "ataque quirúrgico contra lugares ocupados por muyaidin", dijo un portavoz norteamericano. En una infrecuente aceptación, el grupo Monoteísmo y Guerra Santa emitió ayer un comunicado en el que reconocía la muerte de cuatro de sus miembros, a los que califica de mártires, pero se refiere a un ataque anterior en Faluya. Esta organización está presuntamente dirigida por el jordano Abu Musab al Zarqaui, quien, según Estados Unidos, está vinculado a la red Al Qaeda de Osama bin Laden y por cuya captura se ofrecen 25 millones de dólares, la misma cantidad que por Sadam Husein.
Día trágico
Los bombardeos aéreos de estos días sobre Faluya son la réplica estadounidense a la muerte, el pasado lunes, de siete de sus soldados, tras la explosión de un coche bomba conducido por un suicida. Fue el día más trágico en Irak para Estados Unidos desde abril. De hecho, en la información suministrada por los estadounidenses se asegura que la vivienda destruida ayer era "un puesto de mando" desde el que se preparó la acción que mató a los siete marines. "El objetivo era un edificio usado por los terroristas. Tres miembros del grupo de Zarqaui estaban en el lugar y no había nadie más en el momento del ataque", reza el comunicado de Estados Unidos.
Aunque el mando militar insiste en que sus acciones se basan en información del espionaje muy fiable y obtenida por "múltiples fuentes", el doctor Rafi Hayad, del hospital general de Faluya, dijo ayer que cuatro de los muertos del día eran niños, y otras dos, mujeres. Un canal por satélite árabe mostró anoche dos viviendas destruidas e imágenes, sin poder identificar su origen, de varios niños heridos tumbados en camas hospitalarias. Resulta imposible verificar sobre el terreno quién dice la verdad.
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