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Dominique Strauss-Kahn abandona bajo fianza la cárcel de Nueva York

El exdirector del FMI vivirá en un piso de la firma de seguridad que le custodia

Yolanda Monge

El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn (DSK), acusado -entre otros cargos- de intento de violación por un gran jurado de Nueva York, quedó anoche en libertad bajo fianza y abandonó la cárcel de Rikers, donde ha pasado cinco noches.

En principio, estaba previsto que se trasladara a un apartamento alquilado por su mujer, la periodista Anne Sinclair, en el elegante Upper East Side de Manhattan. Pero los planes de cambiar la celda de 12 metros cuadrados de Rikers por el piso de 14.000 dólares al mes parecían haber cambiado a última hora de ayer después de que la junta de vecinos del edificio de apartamentos Bristol Plaza decidiese rechazar el alquiler de DSK debido a que no querían ver convertidas sus tranquilas y lujosas vidas en un circo mediático y policial. Para que la libertad del exdirigente pudiera ser efectiva, este necesitaba comunicar al tribunal una dirección fija, por lo que todo apunta a que finalmente DSK se trasladará a un complejo de casas propiedad de la compañía de seguridad privada Stroz Friedberg, que ha sido contratada para vigilarle.

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El pasado jueves a última hora, un juez concedía la libertad bajo fianza a Strauss-Kahn, de 62 años, bajo unas medidas muy restrictivas. El exdirigente y exministro francés debía pagar un millón de dólares por la fianza, lo que hizo ayer, y garantizar otros cinco con un aval bancario. Además, Strauss-Kahn estará sometido las 24 horas del día a vigilancia en su residencia neoyorquina por la misma empresa de seguridad privada que vigiló al financiero Bernard Madoff, que hoy cumple una pena de prisión. El coste de esta vigilancia será asumido por el exdirector del FMI, y se calcula que supondrá unos 200.000 dólares mensuales. Además, el hombre que hasta hace menos de una semana aspiraba a ser un serio contendiente de Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales de 2012 deberá llevar día y noche un brazalete que controle sus movimientos. Strauss-Kahn ha tenido que entregar su pasaporte y solo podrá salir de casa en caso de que, por ejemplo, desee asistir a un servicio religioso. Nada más. Solo se autoriza un máximo de cuatro personas a la vez por visita a la casa donde finalmente resida.

Strauss-Kahn está acusado de agresión sexual a una camarera de habitaciones del hotel Sofitel de Nueva York, donde se encontraba el pasado sábado. Según el relato de la víctima, de 32 años, el político francés la persiguió dentro de la suite cuando entró para limpiar la habitación e intentó obligarla a practicarle una felación.

La esposa y una hija del economista francés se encontraban en la sala el día que se le concedió la fianza y, por primera vez desde que comenzó el caso, Strauss-Kahn pareció mostrar una expresión de alivio al saber que podría abandonar la cárcel. El juicio contra Strauss-Kahn puede tardar meses en iniciarse -quizá seis-, por lo que el hecho de que pueda permanecer en su propia casa supone un respiro para el procesado. La próxima vista está prevista para el seis de junio.

Strauss-Kahn (centro) consulta con sus abogados el jueves durante la vista en la que se aprobó su puesta en libertad bajo fianza.
Strauss-Kahn (centro) consulta con sus abogados el jueves durante la vista en la que se aprobó su puesta en libertad bajo fianza.RICHARD DREW (AP)

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.
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