Costa Rica y Nicaragua ponen fin a sus problemas fronterizos
El Tribunal de La Haya emite una histórica resolución sobre el río San Juan
Cuatro años de agria disputa por los derechos de navegación en el río San Juan, que marca la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, fueron resueltos ayer por el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ), que dio a ambas partes de la razón. Desde ahora, las embarcaciones de Costa Rica podrán bogar libremente por el cauce fluvial sin que los pasajeros deban contar con visados nicaragüenses. Tampoco estarán obligados a comprar tarjetas de turista de dicho país.
A Managua, el TIJ le reconoció el derecho a inspeccionar los navíos, y a sus viajeros, al entrar y salir de los mismos. También podrá pedir a los tripulantes los documentos de identidad pertinentes en los puntos de control que haya fijado en el río.
La decisión es vinculante, y Costa Rica, país demandante, se mostró satisfecha. Sin entrar en detalles ni en posibles fechas, Nicaragua no descartó acudir en el futuro al mismo tribunal si el fallo no consigue regularizar la situación sobre el terreno.
"Lo importante es haber mantenido los derechos soberanos, como el de regular e imponer el reglamento de seguridad. De todos modos, no excluimos otras demandas por nuestra parte en el futuro", señaló Carlos Argüello, embajador de Nicaragua en Holanda.
Edgar Ugalde, viceministro costarricense de Exteriores, pareció algo más esperanzado, y manifestó su deseo de que "esta decisión sirva para reiniciar las relaciones entre los dos países. El río ha sido como una piedra en el zapato. Nunca hemos puesto en duda la soberanía nicaragüense, pero había que demostrar que no era absoluta", dijo.
Tratado de 1858
El río San Juan nace en el Lago de Nicaragua y desemboca en el Mar Caribe. Ocupa 141 de los 300 kilómetros de la frontera con Costa Rica, y según un tratado de 1858 (Cañas-Jerez), firmado por ambas capitales, pertenece al territorio de Nicaragua. La frontera se encuentra en la orilla del país vecino.
Fuente de tensiones desde hace dos siglos, el fallo de ayer abordó a su vez otro de los aspectos más espinosos del contencioso. Se trata de la evolución experimentada en el tiempo por el término "comercio", contemplado ya en el Tratado Cañas-Jerez. Según los representantes costarricenses, la libre navegación con propósitos comerciales es una actividad que hoy incluye desde el turismo a la vigilancia de reservas naturales; y desde el transporte de escolares al de productos agrícolas.
La visión de Nicaragua era más restringida. El Tribunal Internacional de Justicia decidió que "comercio" es una voz genérica y de duración ilimitada, no sujeta necesariamente al significado original fijado en el tratado decimonónico.
Los jueces de La Haya llamaron, por fin, la atención a Managua sobre el derecho a la práctica de la pesca de subsistencia. "Indiscutible y no perturbado durante mucho tiempo, Nicaragua está obligada a respetarla para los habitantes de la orilla costarricense". El TIJ es el principal órgano judicial de Naciones Unidas y se creó en 1946 para resolver conflictos entre Estados. En el caso de Costa Rica y Nicaragua, el único momento en que el contencioso del río San Juan estuvo apagado fue al interrumpirse la navegación durante la guerra civil nicaragüense de los años ochenta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.