Colombia cree que en Suiza hay un grupo de apoyo a los guerrilleros
Lucas Gualdrón, el delegado más activo de las FARC en Europa, vive en Lausana
Suiza se ha convertido, según el Gobierno colombiano, en la principal base de las FARC en Europa. El motivo es muy simple: al no estar en la UE, no otorga a la guerrilla la consideración de organización terrorista. No sólo eso: tampoco ha actuado, al menos hasta ahora, contra los miembros del grupo armado que residen en su territorio.
En Suiza, dice la policía colombiana, vive el principal delegado de las FARC en Europa, Lucas Gualdrón. Bajo este nombre se esconde Omar Arturo Zabala Padilla, que también usa los alias de Lázaro Fuentes, Oto o Lorenzo. Se trata de un colombiano de 39 años, que reside en Lausana con la cobertura de profesor de filosofía. Sus serios problemas de salud no le impiden una actividad muy intensa. Según los servicios secretos colombianos, cuenta con siete pasaportes que le facilitan su movilidad.
Gualdrón era hombre de confianza de Raúl Reyes, número dos de las FARC, pero en los últimos tiempos la relación parecía haberse deteriorado, a decir de los correos hallados en los ordenadores de Reyes. En ellos, Gualdrón desmiente que haya malversado fondos de la organización y que viva de forma ostentosa. Tras la muerte del jefe de las FARC Reyes, Gualdrón parece haber cobrado nuevo protagonismo.
Las autoridades colombianas le acusan de intentar conseguir armas mediante traficantes turcos, de hacerse cargo de las finanzas del grupo armado en Europa y de servir de enlace de las FARC con ETA. En junio de 2006, participó en Eibar en unas jornadas organizadas por Askapena, un colectivo de la izquierda abertzale. Gualdrón mantenía también contacto frecuente con Remedios García, la española detenida por su supuesto apoyo a las FARC.
Además de Gualdrón, la inteligencia colombiana tiene ubicados en Lausana, Zúrich y Ginebra al menos a otros cinco miembros de la Comisión Internacional de las FARC, que se ocultan tras organizaciones sociales. El Ministro de Exteriores suizo, que encabeza Micheline Calmy-Rey, ha respondido que "en Suiza no hay ningún representante de las FARC reconocido oficialmente".
Esta respuesta ha agriado el trato entre los dos países (si bien formalmente mantienen "excelentes relaciones"). El clima ha empeorado a raíz de algunos de los hallazgos en los ordenadores de Reyes. Por lo pronto, la fiscalía colombiana ha abierto una investigación sobre las actividades de Jean-Pierre Gontard, mediador suizo para lograr un intercambio de presos y rehenes entre el Gobierno colombiano y la guerrilla. Bogotá acusa a Gontard de trasladar dinero a Lucas Gualdrón y de haber colaborado en la entrega de un rescate pagado a las FARC. El suizo niega la mayor, pero el asunto ha creado un quebradero de cabeza a la ministra Calmy-Rey, de quien Gontard ha sido consejero. Además, el diario Weltwoche ha reproducido un mensaje de Gualdrón a Reyes, del año 2006, en el que alaba "la sensibilidad" de la ministra socialista para con su causa. Esto ha generado malestar en los socios conservadores del Gobierno.
Si Colombia se lamenta de la falta de colaboración suiza, en otros países, como Dinamarca, lo que falta es la cooperación judicial. Los tribunales han dejado en libertad a miembros de dos organizaciones -Fighters and Lovers y Opror (Rebelión, en danés- que entregaron dinero a las FARC en violación a las leyes danesas. Los cargos del fiscal fueron desestimados por los jueces. "Definitivamente, los países que más están colaborando son los que han sufrido el terrorismo", dice una fuente gubernamental colombiana. Es decir, España y Alemania.
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