China frena la ampliación de su plan nuclear, el mayor del mundo
Pekín, que está construyendo 28 reactores, revisará las medidas de seguridad
China pisa el freno en su programa nuclear, el más ambicioso del mundo, a consecuencia del desastre japonés. El Gobierno chino decidió ayer suspender la aprobación de nuevas centrales nucleares y examinar la seguridad de las existentes.
China, con 1.300 millones de habitantes, está construyendo 28 reactores, lo que supone aproximadamente el 40% de los que se levantan en el mundo. Rusia y Turquía confirmaron, en cambio, su apuesta por lo nuclear. "Hasta que se apruebe un plan de seguridad nuclear, suspenderemos la aprobación de proyectos de plantas nucleares, incluidos los que están en la fase preliminar de desarrollo", dice la declaración difundida por el Gobierno tras una reunión centrada en la crisis japonesa que presidió el primer ministro chino, Wen Jiabao.
El país busca reducir su dependencia del carbón para la próxima década
"Debemos comprender bien la necesidad y la urgencia de la seguridad nuclear, y la seguridad debe ser la principal prioridad del desarrollo de la energía nuclear", añade el comunicado. El Gobierno chino instó a utilizar "los protocolos más avanzados" para verificar la seguridad de todas las plantas nucleares, las operativas y las que están en construcción. También endurecerán las inspecciones y elaborarán nuevas normas de seguridad. Las obras de aquellos reactores que "no cumplan los niveles de seguridad" pararán inmediatamente.
El Ejecutivo chino también intentó tranquilizar a su población. Los problemas en la central japonesa de Fukushima "no afectarán a la salud" de los chinos, aseguró. Las autoridades no han detectado niveles anormales de radiación en China.
China había apostado por la energía nuclear para reducir su dependencia del carbón durante la década que viene. En los últimos dos años, las autoridades de Pekín han aprobado proyectos nucleares por la vía rápida. Y habían anunciado que en los cinco próximos años aprobarían 10 nuevas plantas nucleares. En 2008, la energía nuclear suponía solo el 1% de la demanda energética de China. El plan era alcanzar el 4% para 2020.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, confirmaron ayer en Moscú que mantienen sus planes de que Rusia construya una planta con cuatro reactores nucleares cerca de la ciudad turca de Mersin, a 25 kilómetros de una falla geológica activa. Es un contrato de 14.300 millones de euros firmado en mayo.
"Todos se están haciendo una pregunta simple: ¿puede la energía nuclear ser segura? La respuesta es clara: puede ser y es segura, pero para eso es necesario tomar las decisiones correctas respecto a la ubicación de la planta, su diseño y quién la opera", declaró Medvédev. "Nuestra inversión continuará teniendo en cuenta la lógica, la ciencia y los experimentos, y tomaremos todas las precauciones necesarias", añadió Erdogan. El primer ministro turco subrayó que "hay cosas, como los desastres naturales, que el poder humano no puede evitar".
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