Chávez y Kirchner atacan a los empresarios españoles
Los líderes en la XVII Cumbre Iberoamericana han aprobado impulsar un sistema de cohesión social en la región
Los empresarios españoles se han convertido este viernes en los inesperados protagonistas de la sesión plenaria de la XVII Cumbre Iberoamericana al ser citados tanto por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez -quien dedicó un furibundo ataque contra el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferran— como por el mandatario argentino Néstor Kirchner. Mientras y tratando de desechar la visión de que es un simple acuerdo retórico, los representantes de los 22 países asistentes a la Cumbre han aprobado impulsar el desarrollo de un sistema de cohesión social panamericano que beneficie sobre todo a los seis millones de emigrantes que tiene Iberoamérica.
Chávez, quien llegó la madrugada del viernes a Santiago cantando una ranchera -"No soy monedita de oro 'pa' caerle bien a todos"- ha calificado el Programa de Acción aprobado como "una declaración de buenas intenciones sin metas que se puedan medir en el tiempo" y ha hecho blanco de sus críticas al presidente de la CEOE, quien esta misma semana manifestó su preocupación por la inseguridad jurídica que existe en Venezuela, Bolivia y Ecuador.
"Son los mismos que apoyaron el golpe de abril (de 2002, contra el propio Chávez y que no tuvo éxito), la derecha española. Y ahora los empresarios vienen a decirnos que el capitalismo es el camino", ha destacado el venezolano quien a continuación ha recordado al ex presidente José María Aznar a quien acusó de ser el encargado de vender "el discurso de Washington" y tachó tres veces de "fascista" en presencia José Luis Rodríguez Zapatero y del Rey.
Tras estas declaraciones, el canciller Miguel Angel Moratinos ha dicho que trasmitirá "el malestar" del gobierno español en una reunión que sostendrá más tarde con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro.
A continuación el presidente de Venezuela ha restado valor a los acuerdos alcanzados en la cumbre y ha vuelto a proponer a sus homólogos que abracen su proyecto bolivariano para Latinoamérica, del que ya se han puesto en marchas iniciativas concretas como el Banco del Sur, PetroSur, ALBA -el tratado económico alternativo al ALCA— y Telesur. En particular sobre la televisión, Chávez ha subrayado que "las élites se han adueñado de los medios" y ha asegurado que tiene razones para cerrar "todas las televisiones privadas" de Venezuela. "Aunque en Venezuela somos generosos y en vez cerrarlas esperamos a que se acaben las concesiones", ha afirmado.
Y Kirchner también critica
La de Chávez no ha sido la única referencia al empresariado español que se ha escuchado hoy en la sede del encuentro. "Los empresarios españoles me corrían por todos lados y yo no tuve más remedio que pelear", ha dicho el argentino Néstor Kirchner, en un discurso que suponía su despedida oficial de sus homólogos. Kirchner ha agradecido en público al rey Juan Carlos por su apoyo en esos momentos.
En la actualidad hay dos grandes empresas españoles que atraviesan momentos delicados en Argentina: por un lado Repsol, que está negociando la venta del 25% de YPF a un empresario amigo personal del presidente argentino y por otro, el Grupo Marsans, propietario de Aerolíneas Argentinas compañía con un altísimo nivel de conflictividad laboral donde el Estado argentino quiere aumentar su participación.
Los temas fuera de programa han copado este viernes la atención y las intervenciones de la sesión plenaria de la Cumbre. Mientras Kirchner, y el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, se centraban en el conflicto bilateral por la puesta en marcha de una fábrica en la frontera fluvial entre ambos países, el vicepresidente cubano, Carlos Lage, calificaba de "política criminal" a la practicada por el Gobierno de EE UU.
Quien es, según las encuestas, el presidente más popular de los asistentes a la Cumbre, el ecuatoriano Rafael Correa, pidió por su parte que de la reunión saliera una condena radical del racismo y la xenofobia. La opinión pública ecuatoriana quedó conmocionada por la agresión racista perpetrada hace un mes contra una joven de esa nacionalidad en el metro de Barcelona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.