Bush anuncia una retirada limitada de las tropas estadounidenses de Irak
Antes de Navidad regresarán 5.700 soldados a EE UU y este mes no se enviarán los 2.200 previstos
El presidente estadounidense, George W. Bush, ha anunciado esta noche en un discurso televisado en horario de de máxima audiencia la retirada limitada de las tropas desplegadas en Irak. El anuncio sigue las indicaciones del máximo mando militar estadounidense en el país, el general David Petraeus, que compareció en el Congreso el martes pasado, donde aconsejó una reducción de 30.000 soldados. Actualmente hay 160.000 efectivos desplegados en el país árabe.
Antes de Navidad regresarán a casa 5.700 soldados. Bush ha anunciado que este mes de septiembre no partirán hacia la región iraquí de Anbar los 2.200 soldados previstos. Según el presidente estadounidense, la salida de tropas continuará hasta mediados de julio, cuando se reducirán de 20 a 15 las brigadas de combate.
Eso dejaría la cifra de tropas de combate en el mismo nivel que en enero de este año, antes de que Bush ordenara el envío de batallones adicionales para pacificar Bagdad y la provincia suní de Anbar, donde se han concentrado los ataques más graves contra las tropas estadounidenses en los últimos meses.
En todo caso, el mandatario ha señalado que las tropas irán volviendo a EE UU en función de los éxitos conseguidos en la región. "Cuantos más éxitos logremos, más tropas estadounidenses podrán regresar a casa", declaró.
Bush quiso abrir su discurso con la justificación del despliegue de tropas en Irak, ya que según él "Estados Unidos y sus aliados luchan por la supervivencia de Irak". Añadió que el objetivo es conseguir un Oriente Próximo y un Estados Unidos más seguro.
El presidente se explayó en los éxitos militares alcanzados por Petraeus. Dijo, por ejemplo, que Anbar parecía estar totalmente en manos de Al Qaeda hace un año y que gran parte de Bagdad "estaba sitiado".
En cambio, en Anbar "jóvenes suníes que antes se unían a los insurgentes ahora se alistan para el ejército y la policía" iraquíes, y en Bagdad los asesinatos sectarios se han reducido, según destacó.
EE UU cambiará de estrategia en diciembre
El mandatario estadounidense también ha anunciado la siguiente fase de su estrategia. El objetivo es que los iraquíes "obtengan un mayor control en su seguridad". Así, las tropas de EE UU se centrarán, básicamente, en entrenar, equipar y apoyar a las fuerzas de seguridad iraquíes.
"Por primera vez en años, los que han estado en lados opuesto en este complicado debate podrán volver a estar juntos", explicó el presidente. "Ahora, gracias a la importancia del éxito que estamos viendo en Irak, podemos empezar a ver cómo nuestras tropas vuelven a casa".
Explicó además que la paulatina reducción de las tropas cuenta con el apoyo de los líderes iraquíes, que entienden que "para lograr el éxito es esencial que exista un compromiso político, económico y de seguridad, que vaya más allá de mi presidencia".
El mandatario explicó que su estrategia constituye un puente entre los deseos de quienes quieren el repliegue de las tropas y aquellos que creen que el éxito en Irak es esencial para la seguridad de Estados Unidos.
Bush también quiso demostrar que la misión de Irak merece la pena: "Algunos dicen que los logros que estamos consiguiendo en Irak llegan demasiado tarde. Están equivocados, nunca es demasiado tarde para eliminar a Al Qaeda y nunca es demasiado tarde para avanzar en la libertad", insistió. "Y nunca es demasiado tarde para apoyar a nuestra tropas en una lucha que pueden ganar", concluyó.
Los demócratas siguen oponiéndose a la estrategia actual
Este cambio de rumbo de la Casa Blanca, a juzgar por varias encuestas publicadas en EE UU, revelan que Bush cuenta ahora con un mayor apoyo en su estrategia, aunque no en su gestión global como presidente.
El discurso de Bush recoge las recomendaciones realizadas por el general David Petraeus, jefe de las tropas estadounidenses en Irak, y el embajador de EEUU en ese país, Ryan Crocker.
Petraeus dijo en el Congreso que con el mayor despliegue militar los asesinatos sectarios se han reducido el 50 % en todo el país desde enero pasado, y el 80% si se tiene en cuenta sólo Bagdad.
A pesar de su discurso, la reducción de las tropas ha dado nuevos argumentos a los demócratas para las críticas, especialmente para los que reclaman el regreso completo de los soldados.
El senador por Rhode Island, Jack Reed, elegido por su partido para responder en televisión al discurso de Bush, ha insistido noche en la necesidad de "cambiar de rumbo" y "dejar de poner en peligro a los soldados estadounidenses, solo para darles seis meses más de espacio a los políticos iraquíes".
El candidato demócrata a la presidencia Barack Obama quita importancia al discurso y no le da credibilidad. Además, considera que la nueva estrategia llevada a cabo no ha tenido éxito. Obama propone otra estrategia para Irak, ya que cree que hay que desarrollar la diplomacia y la ayuda humanitaria.
La senadora y aspirante a la presidencia Hillary Rodham Clinton considera que la medida llega tarde, además de ser inaceptable para el Congreso, de mayoría demócrata, según una carta dirigida a Bush.
Para los demócratas, este discurso de Bush no supone un cambio de estrategia, pues, al final, el nivel de tropas que se alcanzará el próximo verano quedará situado en 130.000 soldados, el mismo que había en enero pasado, antes de que la Casa Blanca decidiera el último incremento de tropas.
Además, los opositores se muestran muy críticos con los pocos resultados logrados desde enero, especialmente porque no se ha progresado en la ansiada reconciliación nacional de Irak.
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