Alemania respalda el plan de estímulo económico europeo
Los Veintisiete debaten sobre posibles recortes fiscales y fondos estructurales
La canciller alemana, Angela Merkel, rebajó ayer la tensión de la cumbre de líderes europeos al mostrar su apoyo al plan de estímulo económico de la Unión Europa, que ha sido reiteradamente criticado por los dirigentes alemanes. "Apoyamos la visión de la Comisión", dijo la canciller, "de que debemos destinar el 1,5% del Producto Interior Bruto al plan de estímulo para potenciar la economía". Las palabras de Merkel a su llegada a la cumbre relajaron el clima de tensión por el malestar en París y Londres, que reprochaban la falta de un compromiso más activo por parte del Gobierno alemán. Pero existen todavía muchas discrepancias sobre el contenido del plan.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, ha animado a Berlín a hacer más. "En cuanto a primera economía de la Unión dotada de un presupuesto equilibrado", señaló Almunia, "Alemania debería marcar la pauta con su contribución para impulsar la economía de la Unión".
"Berlín debe marcar la pauta", dijo el comisario Joaquín Almunia
La cumbre analizó el plan de recuperación económica presentado por la Comisión Europea el pasado 26 de noviembre, que supone la movilización de unos 200.000 millones de euros, equivalentes al 1,5% del PIB. El paquete se distribuye entre 170.000 millones de euros correspondientes a los distintos planes nacionales aportados por los distintos Estados y unos 30.000 millones aportados por la Comisión Europea, la mitad de los cuales serán facilitados por el Banco Europeo de Inversiones.
El plan de estímulo económico fue objeto de amplios debates sobre su contenido. Por una parte, varios Estados, como Alemania, Suecia, Finlandia y Holanda, todos ellos contribuyentes netos, y Polonia se oponían a la propuesta de la Comisión de destinar los 5.000 millones de euros de fondos estructurales no gastados a nuevos proyectos de infraestructuras de conexiones energéticas. Según la legislación actual, el dinero no gastado debe ser devuelto a los Estados.
Otro punto conflictivo es la propuesta de Bruselas de rebajar determinados impuestos y cotizaciones sociales. El borrador de conclusiones dejaba pendiente de aprobación "la posibilidad de aplicar unos tipos de IVA reducidos en los servicios con alta intensidad de mano de obra" y para los productos y servicios "verdes".
En materia fiscal, las críticas han sido especialmente duras por parte de Alemania. Su ministro de Economía, Peer Steinbrück, ha censurado especialmente las medidas del plan británico, basadas especialmente en un recorte del IVA desde el 17,5% al mínimo comunitario del 15%, que va a suponer un impulso fiscal de unos 17.000 millones de euros.
Los planes de los distintos países son de una naturaleza muy diferente, por lo que su coordinación es también muy difícil. Un estudio elaborado por David Saha y Jacob von Weizsäcker, de Breugel, que han analizado los planes de los 13 principales países, indican que las medidas que pueden considerarse propiamente de estímulo fiscal ascienden sólo a unos 77.660 millones de euros, lo que supone el 0,6% del PIB de la UE y por tanto, la mitad de las previstas por la Comisión.
Este análisis comparativo destaca el plan de España, con 12.300 millones de euros, que resulta ser el más elevado en términos relativos al significar el 1,1% del PIB. Además, España es también el país que ha elaborado un paquete de medidas complementarias más elevadas por un total de 48.280 millones de euros, que representan otro 4,3% del PIB. El total de medidas complementarias de los 13 Estados analizados asciende a 170.000 millones de euros.
Sin embargo, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, manifestó que no era partidario de dar demasiada relevancia a las cifras concretas.
La cumbre tenía previsto aprobar un aumento de las intervenciones del Banco Europeo de Inversiones por una cuantía de 30.000 millones de euros para los años 2009 y 2010, especialmente en beneficio de las pequeñas y medianas empresas, a favor de las energías renovables, así como al sector del automóvil, que es el que se ha manifestado más activo en reclamar ayudas.
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