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El silencio eterno de la novia de Rafa Nadal

Xisca Perelló es un enigma hasta para muchos de sus vecinos mallorquines. Su discreción es tal que ni siquiera en su universidad sabían que era pareja del tenista hasta su graduación. Recién mudada a Londres, ¿conseguirá mantenerse alejada de los focos?

Antes de marcharse a vivir un año a Londres para trabajar en gestión empresarial y practicar el inglés que estudió con una beca en la escuela de idiomas de Manacor, María Francisca Perelló Pascual, la muy vista pero ignota novia de siempre de Rafael Nadal, aceptó posar por primera vez y lejos de la mirada pública. "Al natural, en su juego de sombras, tiene mucha personalidad, es guapísima y tímida", apunta el pintor Riera Ferrari, que la retrató en tonos sepia en su taller L'Auba de Manacor el lunes 3 de octubre. Ella reconoció: "Ahora nos veremos menos con Rafael".

De esa joven morena, universitaria, de 23 años, con una perla de Manacor por pendiente, se conoce su imagen, su figura estilizada, esbeltas piernas, ojos grandes y oscuros de mirada profunda y largas pestañas. "Es guapa, sencilla, elegante y humilde", dice Margalida, de Xaloc, la librería de barrio adonde Xisca acude a comprar el ¡Hola! La descripción se reitera entre quien la conoce. "Nunca hizo ningún comentario del noviazgo y yo no me atrevería a hacérselo. Se la ve tan discreta que se avergonzaría".

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En el feudo mallorquín de Nadal y su novia ?Manacor y su colonia de veraneo, Portocristo?, sus familias tienen su propia biografía: el abuelo del tenista, Rafael Nadal, Guixó, negociante como sus hijos, dirige óperas y zarzuelas; y el de Xisca, Bernat Perelló, Patró, maestro de obras a la antigua, restauró el campanario de la iglesia local y formó artesanos de la piedra en la escuela de la Torre dels Enagistes, al lado del macrocentro de tenis que poseerán los Nadal

Bernat Perelló, el padre de Xisca, "ha preferido hacer una buena casa antes que hacerse rico con el boom", observa un banquero. La madre, María Pascual, es funcionaria en actividades del Ayuntamiento. Se mantienen en la discreción.

María, como su hija, cuida mucho su físico y juega al tenis. Con otras veteranas que inició el entrenador de Rafa, el tío Toni, en el club de Manacor, celebran partidas y cenas sociales. "En el grupo de la madre está una tía de Rafa, Marilén Nadal. Las dos nunca han hecho un comentario sobre la pareja, ni han mostrado especial complicidad en público", dice Júlia, otra tenista.

Xisca, escrutada por las cámaras, aparece contenida en los palcos de jugadores de las eternas finales por el mundo de Rafa, al lado de la madre del jugador, Ana María, y la hermana Maribel, su amiga, más emotivas. Con todo, su naturalidad es evidente en el sinfín de fotos y vídeos que se han publicado de la pareja. Abundan besos y abrazos, captados en la playa, sin posados ni pactos con reporteros. Sin fugas, escándalos ni montajes. Rafa y Xisca no son personajes a destripar por la prensa rosa. "No cotizan alto precisamente por su normalidad. Además, él la protege mucho", observa Pedro Prieto, un paparazzi.

Este verano, ella fue contratada por Mapfre, una de las 10 marcas que anuncia el tenista, y estuvo en el complejo de la Copa del Rey de vela de Palma. "Gracias, no tengo nada que decir", respondió, incómoda, a decenas de periodistas. En el papel de estrella invitada estaban ese día Anne Igartiburu, Inés Sastre o Judit Mascó.

"Xisca es una chica al margen de la vida deportiva y la fama que acarrea. Se aparta. No apareció en un extenso reportaje que le hizo ¡Hola! a Nadal. Las novias de los grandes tenistas no tienen nada que ver con las de los cracks futbolistas", opina Tomeu Terrasa, cronista amigo de Nadal. "Los dos se aman muchísimo, eso se nota y se sabe", agrega el pintor Riera Ferrari. "Cuando Rafael grabó el vídeo de Gitana con Shakira, Xisca estaba delante. Es fantástica esa pasión y fidelidad".

Rafa, que conduce en Mallorca un exclusivo Aston Martin gris, va al cine y sale de marcha nocturna por pubs de su zona (Cúbic, Bauxa, 84 o Makokis) con su núcleo de amigos desde la infancia, como Joan Suasi, y otros tenistas ?Tomeu Artigues o Tomeu Salvà?, con los que disputa el torneo de fútbol playa de Cala Romántica. Cada verano, Nadal invita a su pandilla de vacaciones; este año han navegado por aguas baleares con una nueva lancha de pesca. "La pareja tiene las mismas amistades y hacen vida independiente en Mallorca", indica Pedro Fullana, de la SER y de Manacor. "No han cambiado su manera de ser pese a los éxitos y la atención mediática".

Xisca Perelló en el US Open de Nueva York el pasado septiembre.
Xisca Perelló en el US Open de Nueva York el pasado septiembre.NICK LAHAM (GETTY)

XISCA ÍNTIMA

» SU VERDADERO NOMBRE.

Xisca es una denominación adoptada por los medios, como la de Rafa; es María Francisca en el código familiar y "Mary" lo que le susurra su pareja desde los 16 años. Xisca, entre sus amistades desde el colegio de monjas de La Pureza —falda escocesa y jersey azul— es otra, Xisca Bauzá. Las colegas mantienen un pacto de mutismo. En los meses en que hizo prácticas en Endesa —preparando actos de comunicación —, en Palma, "jamás hizo un comentario sobre su relación. Es un '10', sencilla y muy eficiente. Una nuera perfecta", manifiesta una excompañera de trabajo. Después pasó unos meses en Mapfre por 800 euros al mes.

» INDEPENDIENTE.

"Ella tiene su vida, su cartera y sus compras. Acepta sus regalos, pero no vive adosada, colgada de Rafa", relata una conocida. "No desdeña ir en chándal". Al vestir, se siente cómoda con ropa blanca, usa un reloj joya de Cartier y utilizó coches Kia, marca de la que Nadal es imagen. Ella va de tiendas cuando le visita en sus grandes torneos y muchas veces le esperó en el aeropuerto de Palma mientras estudiaba.

» BUENA ESTUDIANTE.

"Fue una alumna muy aplicada", recuerda un exprofesor de Administración y Dirección de Empresas de la Universitat de les Illes Balears de Palma. "Es sencilla, buena persona, nada estirada". Cuando el rectorado se enteró de quién era novia, al organizar el ceremonial de graduación le ofrecieron una silla reservada para su famosa pareja en el estrado, con las autoridades. Ella declinó sin dudar. "Rafael y yo ya hemos festejado este título. No vendrá. Este acto es cosa mía. Muchas gracias". Xisca fue la estrella de los diplomas y Rafa navegaba.

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