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El lado oscuro de Katharine Hepburn

Una biografía recorre la vida del mito, cien años después de su nacimiento

La figura de Katharine Hepburn sigue fascinando en el centenario de su nacimiento, como demuestra la publicación de una extensa biografía firmada por el estadounidense William J. Mann, que pretende redescubrir el mito. Orgullosa y reservada, al tiempo que generosa y comprometida, fueron los excesos de una personalidad contradictoria los que la convirtieron en una de las figuras del siglo XX. Así muestra William J. Mann a la legendaria actriz a lo largo de las más de 500 paginas de Kate. El lado oscuro de Katharine Hepburn (T&B Editories), un volumen en el que el autor prescinde del orden cronológico para reconstruir las piezas del complejo puzzle que conforma la historia de Hepburn, que mañana cumpliría cien años.

Mann pinta a la actriz como alguien que desafiaba los cánones del Hollywood dorado con su ambigüedad sexual y su sofisticada presencia cuando se alejaba de los focos.

La biografía apunta a la permanente ruptura de los estereotipos sociales como uno de los rasgos que definen la trayectoria vital de la actriz estadounidense, quien heredó un fuerte espíritu feminista de su madre, Kit Hepburn, una mujer de principios de siglo que no permitió que su vida familiar perjudicara su carrera profesional.

Las excelentes relaciones personales y profesionales con el cineasta George Cukor y su relación sentimental de casi 30 años con Spencer Tracy, con quien nunca llegó a convivir al tratarse de un hombre casado, son algunos de los momentos más felices de la estrella de cine, que en su vida personal tuvo que pagar un alto precio por la fama obtenida.

Tal y como afirma "Kate. El lado oscuro de Katharine Hepburn", la actriz no siempre tuvo a los medios de comunicación de su lado, que no dudaron en rumorear acerca de sus presuntas relaciones amorosas con hombres y mujeres, ni en denominarla como "veneno para la taquilla" cuando encadenó varios fracasos comerciales que la relegaron a un segundo plano, llenado por el teatro.

Mann también da cuenta de su vanidad. Durante gran parte de su vida, Katharine Hepburn hizo creer que su fecha de nacimiento era varios años posterior al 12 de mayo de 1907, hasta que un joven William J. Mann intentó sin éxito entrevistar a la dama del celuloide, lo que le llevó a los archivos de Hatford -la ciudad natal de Hepburn-. Allí descubrió un secreto que ella misma no reconoció de forma pública hasta la publicación de su autobiografía, Yo: Historias de mi vida.

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